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Abdiel se quedó con las ganas de ver a Keylor

Chiquito aguantó más de una hora por Navas

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"Papi y Keylor, ¿adónde está?", le preguntó el pequeño Abdiel, de cuatro años, a su papá Esteban Matamoros sobre el paradero del arquero costarricense, quien llegó este lunes a Tiquicia, pero nadie le vio ni el pelo en el aeropuerto Juan Santamaría.

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La pregunta del niño era la del millón de pesos, ¿adónde estaba Keylor Navas?, ¿por dónde salió?, porque por la salida de agentes diplomáticos, que era donde se tenía planeado que pasara no lo hizo. Ahí estaba el pequeñito junto a su papá haciendo guardia para ver al Halcón.

Padre e hijo llegaron desde antitos de las 2:30 p. m., a pesar de la lluvia y el frío por el deseo de Abdiel de conocer a su ídolo, por quien se emociona y aplaude cada vez que lo ve en la televisión y de quien llegó vestido al aeropuerto hasta con guantes. Se conformaban solo con verlo siquiera.

El deseo infantil no conoce mucho de excusas ni razones, el chiquitín quería ver a Keylor y su papá no le quiso matar la ilusión a pesar de que sabía que el arquero del Real Madrid no daría declaraciones a la prensa ni tampoco tendría relación con aficionados.

"Él fue quien me pidió que viniéramos. Tenía mucha ilusión de conocerlo, por verlo al menos y la verdad no le iba a decir que no al menos para que se le quite la idea un poquillo", comentó el tata sobre su visita.

La familia es de barrio San José de Alajuela y Esteban fue claro que al principio no había pensado en ir, pero como cualquier papá el chiquitín lo convenció.

"Desde la mañana estaba llorando que quería venir, que quería ver a Keylor Navas y yo no le iba a quitar la ilusión. Vinimos a ver qué se podía hacer, por los hijos uno hace lo que sea, pero diay nos quedamos con las ganas", indicó Esteban.

La ilusión de Abdiel representa la de cualquier niño que viendo al generaleño alimenta sus más grandes sueños, por lo que el chiquitín no quiso darse por vencido  y fue a pulsearla.

Ellos fueron los veintiúnicos que se acercaron al lugar, el mensaje de la Fedefútbol a la afición de que no fuera al aeropuerto caló hondo en la gente, que no se acercó.

Si acaso dos o tres aficionados más se asomaron de forma tímida y al darse cuenta que no pasaba nada se fueron por donde vinieron. Solo Abdiel y su papá se aguantaron todo el rato por la pasión que el niño tiene por el fútbol.

"Es un fiebre, él anda con la bola todo el día, anda de allá para acá con ella y hasta duerme abrazado con una, el fútbol le gusta muchísimo y Keylor Navas es su ídolo. El sábado estaba que no se cambiaba por nadie viendo la final de la Champions. Para él todo es Navas", comentó Matamoros, quien trabaja en Belén como operario en electromecánica.

Con unas poquitas palabras, el propio chiquitín nos contó por qué sigue tanto a Keylor. "Es que es muy bueno", nos dijo.

La familia no se rendirá y pulseará otro chance para que Abdiel pueda conocer a su ídolo, darle la mano y ojalá que le regale un autógrafo.

Cuando ya se iban del aeropuerto, el tata vio a Navas, pero en realidad se trataba de Freddy, padre del arquero, y a la mamá, Sandra Gamboa, y ante la ausencia del Halcón, por lo menos se tomaron una foto con quien formó cómo persona al futbolista merengue.

El jueves, en el Estadio Nacional, podría ser otra oportunidad para que Abdiel cumpla su sueño.

Sergio Alvarado

Sergio Alvarado

Periodista de La Teja, especializado en deportes. Graduado de la Universidad Internacional de las Américas.

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