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Campeona nacional de motocross domina un deporte lleno de ricos siendo una pulseadora nata

María Paula Saborío trabaja como mensajera y dando clases de motocross para poder competir

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María Paula Saborío es campeona nacional de Motocross desde el 2016. Foto: Cortesía.

María Paula Saborío tiene 23 años, le apasionan las motos, el barro, la velocidad y las lesiones o los raspones no la impresionan, pues desde los diez años anda en dos ruedas compitiendo.

Esta desamparadeña es la campeona nacional de motocross, en noviembre se convirtió en la ganadora absoluta de la categoría Femenina Open, título que no suelta desde el 2016, pero para llegar a eso tenemos que contarle muchas cosas y no precisamente lo que hace en la pista, donde siempre domina a sus rivales. Solo en el 2018 por una lesión lo dejó de lado.

Saborío no es la clásica corredora de este tipo de competencias, dominado por muchachos de buen billete, cuya familia les financia un deporte muy caro y que más allá de los resultados tienen los recursos para competir, ya sea en Costa Rica o el extranjero.

Para María Paula las cosas han sido un poco diferente, le apasiona mucho el deporte, pero en su caso no es de cuna de oro ni tiene los recursos para pagar todo lo que se demanda tranquilamente; sin embargo su talento hizo que muchos se convencieran de ayudarla.

“Mi papá siempre ha corrido motos en competencias, conmigo al principio, cuando yo era chiquita, varia gente le decía, ‘métala a correr, métala a correr’, pero él no tenía la economía suficiente para comprarme una moto, al final se dio por mucha gente que años atrás, fuera de campeonato me prestaban las motos, tal vez los hijos tenían dos motos y me prestaban una para participar en carrerillas nacionales o de pueblo, así fue como empecé con la familia de mi papá, principalmente”.

Hoy en día para competir la moto se la brinda el equipo que la patrocina, Kawazaki, al igual que las reparaciones y repuestos, pero para los gastos que involucra el correr y mantenerse, la empuchada joven trabaja en varias cosas, como mensajera haciendo mandados y hasta dando clases de manejo de moto a chicos.

María Paula Saborío es campeona nacional de Motocross desde el 2016. Foto: Cortesía.

“Me he esforzado bastante, ya que yo no tengo la vida fácil, por decirlo así, esa facilidad que tienen algunas personas o algunos chicos que el papá todo se lo da. A mí me ha tocado pulsearla desde los 15, 16 años, trabajar siempre. Ahorita lo estoy haciendo en mensajería y trabajo entrenando chicos.

“No es un trabajo estable, tal vez un día si estamos bien y otro no, a veces para juntar la plata para correr, la semana es muy agitada para poder salir con los pagos de las carreras. La gente que me conoce sabe que siempre la he pulseado para salir adelante y yo misma solventarme el deporte”, dijo.

Correr de esa manera, ha hecho que María Paula valoré muchísimo cada carrera que hace, cada triunfo que tiene le sabe el doble porque sabe todo lo que le ha costado.

“En esto mucha gente, como dicen, tiene la papa en la mano, los papás llegan y les dan todo, es gente de dinero, que tiene buenos trabajos y en mi caso no, mi papá es gruero, solventa lo suyo, lo de mi mamá y mi hermana y yo tengo que ver qué hago en esto por decirlo así”

“Desde que soy mayor de edad a mí me toca costear todo por mi cuenta para liberarle eso a mi papá, en algunas cosas que pudo él me apoyó y en otras no, pero si uno vive de lamentos y quejándose por lo que no tiene no se puede salir adelante, por eso siempre he echado para adelante sea como sea”, destacó.

María Paula Saborío trabaja dando clases de motocross a niños. Foto: Cortesía

Nunca rendirse

Saborío no es de las personas que se rinde, por su pasión ha corrido riesgos, como irse a vivir sola a otro país, cuando se marchó a Guatemala a correr allá y de alguna manera se mantuvo para ganar también el título chapín a pesar de los obstáculos que se le cruzaron y después volver con un campeonato internacional.

“Uno tiene que ser realista y ver en qué momento está, hay momentos más complicados, uno tiene que saber los límites de hasta adonde gastar, ver cómo se hace para pagar inscripciones, pagar gasolina, pero siempre sale gente que le brinda la mano a uno para salir adelante”, comentó.

Ese ADN ganador, mentalidad y sus conocimientos sobre el motocross también lo ha puesto al servicio de chicos a quienes les da clases para competir, a sus alumnos les va bastante bien en categorías menores.

“Tengo a Adrián Díaz que ya es campeón de las 50 (cc), fuimos a un latinoamericano de motocross en el que logramos el tercer lugar, a Matías Peraza que es campeón nacional de las 65, Darío y Lucas Vargas y además hago mensajería para la gente del motocross que tienen empresas y me toman en cuenta para yo solventarme. El papá de Adrián es una persona que me ha ayudado muchísimo”, destaca sobre esas manos amigas.

María Paula Saborío es campeona nacional de Motocross desde el 2016. Foto: Cortesía.

Ella inició en el motocross corriendo con varones que nunca le tuvieron consideración al ser mujer, siempre querían ganar, lo que le ayudó a formar su mentalidad y dureza en la pista.

Paula tiene otro reto, necesita operarse el hombro izquierdo, pues se le disloca de la nada y lleva años buscando ver cómo consigue fondos para operarse, pues al correr así es normal que un hueco o un salto se le zafe y así le toca seguir, pero como ha sido su vida, tampoco eso logra detenerla.

Sergio Alvarado

Sergio Alvarado

Periodista de La Teja, especializado en deportes. Graduado de la Universidad Internacional de las Américas.

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