Farruko mete manos en el fútbol playa

Carlos "Farruko" Bolívar Alpízar anda metiendo mano en el fútbol playa con el equipo de Puntarenas y hasta el momento su labor es todo un éxito, tras tres fechas disputadas en el campeonato nacional de esta disciplina.

El muchacho, quien es vecino de Pueblo Redondo, en Puntarenas, confesó que se inspira en su abuelo cada vez que le toca atajar en la arena.

Su abuelo, Arturo Alpízar y de 71 años, es el encargado de espantarle los nervios cuando va a salir al terreno de juego, mientras sus compas en el equipo porteño le dan todo su apoyo para que se sienta puras tejas defendiendo la portería chuchequera.

Carlos, de 17 años, nunca olvida hincarse antes de cada mejenga con el fin de pedir la ayuda divina, luego se dirige a donde está su abuelito para darle un fuerte abrazo, ya que él es su seguidor número uno.

“Mi abuelito es mi mayor inspiración, mi mayor apoyo, todo lo que hago es por él, ya que siempre ha hecho muchas cosas por mí y le estoy eternamente agradecido”, comentó el joven.

“Me concentro mucho en los entrenamientos y le pido a Dios que me ayude a hacer las cosas bien el día del partido, trato de calmar la ansiedad y busco demostrar todo lo que tengo”, dijo Bolívar, quien cursa el quinto año y anhela ser bachiller muy pronto.

Farruko es el único de la familia que practica fútbol playa, una disciplina que conoció gracias al jugador Greivin Pacheco, quien estuvo entrenando un tiempo con Puntarenas FC y luego pasó a las filas del Puntarenas Junior.

“En estas primeras fechas me he sentido muy bien y he tratado de dejar el miedo atrás, la sensación de estar en la arena es muy linda y recibir el apoyo de los compañeros, del cuerpo técnico y de mi abuelo no tiene precio. Siempre me doy al máximo”, apuntó Bolívar, quien reiteró que cada tapada tiene un significado especial.

El meta reconoció que jugar en la arena requiere de muy buena condición física por lo cual se cuida mucho en esos aspectos.