EscucharEn apenas dos mejengas con el PSG, el brasileño Neymar ya se encargó de echarse a la bolsa a París, incluso se dio el lujo de crear un nuevo tridente, ahora junto a Edinson Cavani y Ángel Di María.
Tres pepinos e igual número de asistencias, además de toda una retahíla de gestos técnicos, regates y fintas ponen a Neymar por los cielos.
Sus inicios en ambos clubes (Barça y PSG) están siendo, de hecho, bastante diferentes.
Es cierto que a su llegada al club culé el delantero brasileño descubría un nuevo continente con apenas, 21 años, algo que no le ha ocurrido en el Parque de los Príncipes. Neymar es ahora más maduro y cuenta con varias temporadas en un ‘grande’ como el Barça.
El astro carioca debutó con el Barcelona en 2013, en la ciudad polaca de Gdansk, en un duelo amistoso en el que entró de cambio y no vacunó. En el siguiente partido, también amistoso, ante su anterior club, el Santos, Neymar volvió a ser suplente, pero esta vez dio una asistencia de gol.
El brasileño está tan a gusto que hasta se permite criticar a los dirigentes de su antiguo club, el Barcelona. De su exequipo, Neymar añora la ciudad y sus compañeros de equipo, pero no así a los dirigentes culés, a los que el domingo por la noche, tras la espectacular victoria del PSG contra el Toulouse, se refirió en términos poco amables.
"No son personas que deberían ocupar el puesto que ocupan, dirigiendo al Barça", señaló.
Su recorrido blaugrana también se vio afectado por un eterno proceso judicial sobre las supuestas irregularidades con las que se cerró sus traspaso desde el Santos.
El caso, que provocó la renuncia como presidente de Sandro Rosell (hoy en la cárcel), sigue abierto y el pasado mes de mayo Neymar fue requerido, junto a su padre, por la justicia española, ya que ambos están acusados de “corrupción”.
Este domingo, en su primer partido en el Parque de los Príncipes, correspondiente a la tercera fecha del campeonato francés, Neymar puso en pie a toda la grada con una actuación puras tejas.
El ’10′ desató un ataque que aplastó al Toulouse, pese a que el PSG tenías 10 hombres desde el minuto 68 por la expulsión del italiano Marco Verratti.
Además de ser protagonista directo de cinco de los seis goles, el atacante inyectó al resto de sus compañeros, a los que contagió su alegría y voracidad.
