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Evaristo Coronado, actual gerente deportivo del Saprissa, habla poquito, pero cuando lo hace da lecciones de caballerosidad y madurez, bueno, así ha sido hasta el momento.
La semana pasada, el dirigente dijo que al defensa morado Julio Cascante le iba a "servir de escuela, de las cosas que no deben hacerse en la cancha", la sanción de dos partidos que le impusieron gracias a la ayuda del video, por mandarle un puñetazo en el estómago a un jugador de Limón, en la mejenga jugada el pasado 22 de octubre, en la Cueva.
Además, dijo que esos actos no van con lo que la dirigencia tiene en mente que debe ser el Saprissa, porque ahí trabajan para jugar fútbol y no para estar discutiendo con los árbitros.
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Curiosamente, Evaristo dijo eso el pasado martes en la sección deportiva del 7, tres días después de que el manudo Jonathan McDonald jalara expulsado del juego ante Herediano y donde los manudos hablaron de persecución contra el delantero, al punto que la dirigencia manuda, encabezada por Fernando Ocampo, pidió una reunión con la Comisión de Arbitraje, los cuales recibirán a los manudos este jueves.
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Definitivamente que en la Liga deberían prestar un poquito de atención a las palabras de Coronado de tratar de jugar fútbol y no estar hablando tanto.
