La sangre joven de Saprissa sacó pecho y logró darle tres puntos de oro a su equipo en su visita al estadio Chorotega.
Los jóvenes Julen Cordero y Warren Madrigal levantaron la mano y, junto al veterano David Guzmán, marcaron los goles con los que los saprissistas derrotaron 3-2 a los pamperos.
Los morados quedan a la espera de un traspié manudo en su partido ante Santos ya que, de suceder, le quitarían el liderato.
Para este encuentro, el técnico Jeaustin Campos, representado todavía por Hugo Viegas en el banquillo, hizo algunos cambios en su alineación y apostó por su muchachada en un ataque que era comandado, además de Cordero y Madrigal, por Álvaro Zamora.
Guzmán abrió la cuenta al 23′, pero minutos después, ADG logró el empate. Sin embargo, el Monstruo despertó y en cuestión de segundos lograría el segundo y el tercero que sentenciaron el partido, aunque hay que decir que en el segundo tiempo sufrió más de la cuenta.
De infarto
Saprissa comenzó a generar peligro y, al minuto 15, Guzmán tuvo un chance claro cuando recibió la bola en la media luna, pero sacó la bola del estadio, por lo que se ganó los silbidos de la afición.
Al 19′ fue la ADG la que estuvo cerca. José Pablo Córdoba cobró un tiro libre y dentro del área estaba Steven Williams, quien de cabeza no pudo dirigir de buena manera el balón. Se salvaron los morados, porque Kevin Chamorro no le llegaba a la pelota.
En su segunda oportunidad, Guzmán no falló. En un tiro de esquina de Mariano Torres, el Loco, sin marca alguna, metió un buen cabezazo que se fue hasta el fondo de las redes al 23′.
El cierre de la primera parte fue de infarto, porque los pamperos lograron empatar gracias a Yeison Molina, quien anotaría con la misma fórmula, de cabeza.
Nuevamente fue José Pablo Córdoba quien tomó el balón para cobrar un tiro libre y su remate, muy potente, ayudó para que Molina pudiera adelantarse a las marcas y vencer al portero morado al 37′.
El Chorotega, que estaba a reventar, estalló en júbilo, pero la alegría se acabaría en cuestión de segundos, porque dos minutos después aparecería Warren Madrigal para volver a darle la ventaja a los suyos.
En un tiro libre de Mariano Torres, Kendall Waston recibió incómodo el balón, pero logró centrar para que el muchachito solo se agachara y le pusiera la cabeza para hacer el segundo al 39′.
En el ocaso de la primera parte, al 41′, le llegó el turno a Cordero, quien hizo el tercero.
La jugada la inició Álvaro Zamora, quien logró encaminarse al área y sacar un remate, que le salió suavecito, pero el portero Antonio Torres no logró dejársela y su despeje fue muy cortito, lo que le permitió a Julen solo llegar y tocarla para abombar las redes.
En la segunda parte, la historia cambió totalmente, ya que los locales dominaron a placer ante unos visitantes que parece se conformaron con la ventaja, pero al final los aficionados morados terminaron con el corazón en la mano.
Sumado al bajonazo en el juego, jugaron los últimos minutos con uno menos. Jefry Valverde tuvo un buen partido, quizás su mejor en semanas, pero lo que hizo con la mano lo borró con el codo y se ganó la segunda tarjeta amarilla, luego de un manotazo incesario a José Ugalde.
La falta del vecino de Turrubares provocó una especie de pleito entre jugadores y cuerpo técnico del Monstruo, ya que los primeros estaban insistiendo en que sacaran al lateral porque estaba a nada de que lo mandaran a las duchas, pero en el banquillo no actuaron y se quedaron con 10 al 81′.
Los pamperos, ni lerdos ni perezosos, aprovecharon que se quedaron con uno más y con más insistencia buscaron acortar distancias y una falta dentro del área de Youstin Salas sobre José Ugalde provocaría que se señalara la penal.
José Pablo Córdoba sería el encargado de marcar el gol y cobró el penal con frialdad, con un toque a lo Panenka, que le permitió a los suyos meterse al partidos. Al final le metieron muchas ganas, pero sin mucha claridad, por lo que aunque con más sufrimiento del que habrían imaginado, los morados se devolvieron a Chepe con tres puntos más.