A que no adivinan cuál fue el último clásico que Andrés Carevic y Alajuelense ganaron en el Saprissa

Alajuelense visitará este viernes el estadio Ricardo Saprissa, en Tibás, con una presión grande que recae en los hombros del técnico Andrés Carevic, principal señalado de parte de la afición rojinegra.

Para un sector importante de los fiebres y la prensa, una derrota más podría precipitar la salida del argentino del club, exigencia que cae en medio de una racha complicada que tienen los erizos sin ganar en la casa de su archirrival.

Los manudos van para tres años sin triunfar en la Cueva, la última vez que lo consiguieron fue el 18 de abril del 2021 cuando golearon 5-0 con un doblete de Johan Venegas y los tantos de Alex López, Jurguens Montenegro y Aarón Suárez, derrota que ocasionó el despido de Roy Myers del banquillo morado.

Desde aquella ocasión, han transcurrido 10 victorias tibaseñas y dos empates, una serie de 12 mejengas en las que los manudos se han ido sin los tres puntos, racha que se ve muy grande para los archirrivales.

Para muchos, la racha incluso ya se volvió algo mental y un factor más que le toca enfrentar al León cada vez que visita Tibás, cosa que tiene que ignorar para que no entre a jugar.

“La Liga tiene que obviar todo el ambiente, es un equipo que muchas veces ya entra perdiendo a la cancha por una serie de decisiones y recordatorios del pasado, cosas que le pesan, por lo que hay empezar por luchar contra esa historia negativa en los últimos años e intentar ganar allá”, opinó Álvaro Solano, exentrenador y exjugador rojinegro.

Dentro de esa mala seguidilla de resultados, unos han sido más dolorosos que otros para los rojinegros, como la final nacional del Clausura 2023 en la que los manudos llegaron con una ventaja de 1-0 del partido de ida en Alajuela y en la vuelta perdieron 3-1.

La última visita fue el 4 de noviembre del 2023, otro tropezón, ese por 1-0 con tanto de Fidel Escobar, choque en el que incluso Alexis Gamboa se fue expulsado a los 64 minutos. Una larga suma de amargos recuerdos le meten más presión a Carevic y a la Liga, pero romper esa racha en este momento podría darle un nuevo aire.

“Si se le gana a Saprissa eso podría cambiar el panorama y ahí es donde está la esperanza del liguismo en general, que se le gane a Saprissa de forma convincente, que se espanten un poquito esos fantasmas y el equipo empiece a trabajar más desahogado, en la consecución de logros paso a paso, porque no es solo ganar en Tibás y ya decir que el equipo va a ser campeón, pero sí es importante dar un golpe en la mesa”, agregó Solano.

El botín aun es más suculento, un triunfo manudo no solo liberaría presión en el cuerpo técnico, sino que lo haría trayéndose abajo una racha que ya pesa y se siente, doble golpe al rival.