El Real Madrid visitó por primera el mítico estadio de Wembley y por dicha Keylor Navas no jugó porque el Tottenham le montó un baile y le recetó un 3-1, que no terminó en una goleada escandalosa por la mala puntería de los locales.
Con este resultado los ingleses sellaron su billete a los octavos de final y los españoles tendrán que seguirla pulseando.
Kiko Casilla jugó en lugar de Navas y fue duramente criticado por su actuación y malas salidas, sintiéndose de manera muy fuerte la ausencia del tico. Con Keylor tal vez hubieran pellizcado alguito.
Los merengues siguen segundos, con 7 puntos, pero su pase no parece excesivamente amenazado, gracias a que el Borussia Dortmund (2 puntos) tropezó y no puso pasar del empate 1-1 en casa ante el modesto Apoel Nicosia (4º, también 2 puntos).
Los dos primeros tantos del Tottenham en Wembley fueron obra de Dele Alli al 27' y 56' y el tercero lo consiguió el danés Christian Eriksen al 65'. Con ello el equipo de Mauricio Pochettino le dio un baile a un rival sin muchas ideas, que dio una muy mala imagen en términos generales que descontó con un gol de Cristiano Ronaldo a diez del final.
Este resultado en la Champions deja todavía más dudas sobre el Real Madrid, que el domingo perdió 2-1 ante el recién ascendido Girona en la Liga española, con lo que quedó tirado en la clasificación, a 8 puntos del líder, el FC Barcelona.
El vigente bicampeón de Europa tendrá ahora que ganarse la clasificación en las dos últimas jornadas, en Chipre ante el Apoel (21 de noviembre) o en la sexta y última en el Santiago Bernabeu ante el Borussia Dortmund (6 de diciembre).
El Tottenham, con este triunfo, consigue cambiar su mala dinámica, después de su derrota 3-2 de hace una semana ante el West Ham, que le dejó eliminado en octavos de la Copa de la Liga, y el revés 1-0 en Old Trafford ante el Manchester United, el último fin de semana.