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Errores corregidos al precio de crear otros problemas. La confusión alrededor de la tarjeta roja el domingo en la mejenga entre Alemania-Camerún (3-1), en la Copa de las Confederaciones mostró los límites del asistente de video para el arbitraje (VAR).
"Globalmente los resultados son muy positivos. Pero es verdad que muchos aspectos deben mejorar. Lo más importante es que el vídeo no ha dejado pasar ningún error manifiesto", declaró este lunes Massimo Busacca, el jefe de arbitraje de la FIFA, en una conferencia de prensa en San Petersburgo, Rusia.
"29 decisiones importantes han sido tomadas con la confirmación del video", lo que provocó "seis cambios de decisión", indicó el exarbitro italiano.
El VAR ha aportado más justicia, por ejemplo a la hora de anular goles en fuera de juego, en ocasiones imposibles de percibir a la velocidad real.
"El VAR evita muchos errores, pero claro no va a eliminar todos", añadió Busacca este lunes.
El mexicano Héctor Moreno lo experimentó: "Contra Portugal el video nos ayudó, porque anuló un gol de Nani y ahora (contra Rusia) nos ha perjudicado, pero fue en fuera de juego y había que señalarlo. Es en beneficio del fútbol, aunque tristemente me tocó a mí".
El domingo, tras un contacto entre el alemán Emre Can y el camerunés Ernest Mabouka, el árbitro colombiano Wilmar Roldán pidió consultar el VAR.
Se dirigió a Sebastien Siani y le expulsó. Los Leones Indomables protestaron y el central consultó de nuevo el vídeo. En segunda instancia quitó la roja a Siani y se la enseñó a Mabouka. Todo esto en tres minutos de confusión.
"Todo el mundo estaba confundido, yo también, no sabíamos qué ocurría"; dijo el seleccionador camerunés Hugo Broos, en una opinión compartida por muchos protagonistas del torneo.
La rapidez a la hora de tomar la decisión es por ahora el gran problema del VAR.
"En algunos casos, se ha probado su utilidad, pero se puede mejorar, si se pueden tomar las decisiones rápidamente, creo que está bien", señaló el técnico de Alemania, Joachim Löw.
