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Wálter Quesada: "Soy el mejor árbitro del país"

Silbatero habló largo y tendido de su retiro

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Wálter Quesada es Tauro y como buen toro cuando toma una decisión no hay quien lo haga cambiar de parecer.

Fue por eso que este martes mantuvo lo que decidió hace poco más de un año, cuando le comunicaron  que era difícil que entrara en algún evento FIFA y por eso se retiró del arbitraje el día de su cumpleaños número 47.

Con una carta que compartió con amigos, el vecino de Guadalupe de Cartago le dijo adiós a una carrera de 28 años (tres en el fútbol aficionado y 25 en la máxima categoría) y de la que se marcha, según le comentó a La Teja, como el mejor árbitro del país.

Aseguró que no es seguidor de ningún equipo, que es crítico de los jugadores que no saben centrar ni patear con las dos piernas, así como de los  porteros que se quedan estáticos en un tiro desde 50 metros y también  de  los futbolistas que fingen muchas faltas.

Lea también: "La bola que pega en la mano de Calvo sí era penal".

Además, recordó  que cuando expulsó a Evaristo Coronado, el 2 de febrero de 1994, siendo esta la única roja que el apodado "Caballero del Fútbol"  vio en  toda su carrera, lo hizo porque así se lo reportó el línea.

Incluso, en un video les ofreció disculpas a los aficionados por los errores que cometió.

–Para empezar, ¿no sabe si estaba asignado para el juego de este miércoles entre Herediano- Saprissa y le cambió los planes a la Comisión de Arbitraje con su adiós?

–No, yo conversé muy rápido el viernes pasado con Rodolfo Villalobos. Ayer (lunes) hablé con Carlos Batres  (coordinador arbitral). Yo sabía que hoy (martes) era mi día, eso estaba establecido por la fecha del natalicio y quise agregar a esa fecha tan especial otra  fecha especial.

–Desde afuera, ya retirado, un partido como Herediano-Saprissa de este miércoles, ¿ya es complicado para el réferi que nombren (Jeffrey Solís fue anunciado la tarde de este martes)  por todo  el ambiente que hay alrededor?

–Totalmente, el historial nos ha dado la razón de lo que se vive hoy en día donde estamos viviendo el fenómeno de las  redes sociales. Este partido para nadie es fácil.

Yo me catalogo,  modestia y aparte, el mejor árbitro de Costa Rica y no lo pude dominar (el juego Saprissa-Herediano, del 15 de diciembre pasado, en el que los florenses reclamaron dos penales no pitados y finalmente los morados ganaron 2-0 y fueron campeones).

Entonces, si Wálter no lo pudo dominar, si hubo faltas de respeto por diferentes razones y no hablo solo de un equipo, hablo en general, entonces la Comisión va a tener que sentarse seriamente,  promocionarse y recordarles a los  equipos, jugadores y directivos que tal cosa es una falta.

Que si la vieron (la falta) dudosa y se le vinieron  encima cuatro o cinco (jugadores a reclamar),  todos van a ir amonestados y cuando  el árbitro muestre esas cuatro amarillas, (los equipos) van a decir: "Ah, estaban hablando en serio". 

(Video) El ahora exárbitro Wálter Quesada le envió una disculpa a la afición en el día de su retiro del fútbol

–¿Por qué cree que es  el mejor árbitro del país?

–Siempre y suena feo, pero si me compara si soy mejor que fulano, digo que sí. Me consideraba un muy buen árbitro. Lo que alcancé fue con esfuerzo, yo llegaba de un partido a mi casa a la una de la mañana, tenía que ir a entrenar de 4 a. m. a 5 a. m. y luego al trabajo.

–¿No pitó dos penales en ese partido de diciembre entre heredianos y morados?

–En eso hay dos situaciones. Esa bola (de palabras) venía creciendo (donde decían que Quesada favorecía o no a algún equipo) y  yo tenía esperanza que podía deshacerla. Hay algo que se tira en contra de los árbitros, como decir que  a tal  equipo llevan tanto rato sin pitarle un penal,  que en tal estadio a los árbitros se los traga el ambiente.

Pero nadie ha analizado que si en ese estadio el ambiente se traga al árbitro, a muchos jugadores de otros  equipos también, porque son gallitos en casa y no les veo que jueguen mucho afuera.

En cuanto a esas acciones mías, puedo atreverme  a decirle que clara, clara opción de penal fue una: la bola que pega en la mano de Francisco Calvo. Es clara por televisión, donde yo estaba ubicado en el estadio no la pude ver, era una mano que debía sancionarse con solo ver cómo él (Calvo) se barrió.

Lo que pasa es que en estos casos nadie recuerda un mal planteamiento de un equipo, un pase gol que hizo un jugador, no hablan de que "x" equipos, por su actitud, querían que el árbitro dejara el juego con 7 jugadores y que siguiera creciendo la bola de nieve. Toda la culpa se la echan al arbitraje.

–¿Cuánto lo afectó que la Comisión no lo dejara dar declaraciones después de un partido como ese, tal y como le ocurre a todos los réferis ticos  actualmente?

–Sí afecta,  hay cosas que uno tiene que ir vendiendo la idea, no de prometer que voy a hacer esto (en un partido), sino que si ocurre  tal cosa, Wálter va a actuar de una manera (y no se podía decir por no poder hablar con la prensa).

–¿Ahora cuesta más arbitrar por el fenómeno de las  redes sociales?

–En los  años noventa de vez en cuando transmitían un partido y era menos  el movimiento periodístico, había menos tecnología y menos programas deportivos.

Ahora no, ahora  es inmediatez. Un error, un horror y salió de una vez, alguien lo sube a una red y listo. Entonces  mis respetos siempre para aquellos que se pusieron un uniforme (de árbitro) hace muchos años, como ahora. 

"Como árbitro, en todos los partidos usted va a tener yerros, lo que pasa es que algunos son más significativos que otros. Cuando nosotros metemos la mano en el marcador es fatal".

–¿Hay algún estadio aquí que sea el más complicado para ir a  arbitrar?

–Los hechos demuestran que un estadio donde se cometen más errores es en el Saprissa.

–¿Y por qué, qué tiene?

–No sé, los gringos dicen  que da miedo. Muchos actores en el fútbol tico han pertenecido al Saprissa y qué raro, yo analizo también que muchos de esos jugadores que estuvieron en liga menor ahí, cuando llegan (a jugar con otros equipos) se hacen chiquiticos.

Personalmente no voy a jugar de Supermán, pero yo en el Saprissa, en Heredia, Alajuela, Cartago; en cualquier estadio donde estuve durante 25 años (en Primera) nunca me sentí presionado por los estadios. En todos los estadios me equivoqué y también tuve virtudes, pero cuando me equivoqué fue por incapacidad mía. No puedo decir que fue que me dio la gana sancionar cierta acción.

"Desde el punto de vista arbitral ya toqué techo en Costa Rica. Yo voy a una final y salgo bien, entonces dicen: 'Wálter lo hizo bien'. Salgo mal o con algún cuestionamiento, entonces dicen: 'Mejor que se retire, no estorbe'".

–¿Por qué quiso ser árbitro si es tan complicado?

–Lo mío fue vicio y espero  tener una terapia para este vicio. Tengo pilares muy fuertes como la familia, la salud, el trabajo, el estudio. 

En mi adolescencia fui fracturado de tibia y peroné en la pierna derecha, era superfiebre y ahí me decidí  a ser árbitro.

Yo iba a un clásico y una final  y no iba con esa alegría, pero porque esa era mi forma de ser, yo iba con cierto recelo. Me decían que por qué no me  reía,  pero era parte de mi ser. Por eso, a lo mejor se me hizo más difícil ser árbitro, porque si me hubiera gustado yo estaría gozando en todos los partidos.

–Entonces, ¿no le gustaba ser árbitro?

–No, a mí el arbitraje del todo no me gustaba. Era  mi forma de estar cerca de la cancha, pero no por ser un futbolista frustrado, sino porque consideré que había capacidad y así lo puedo demostrar, modestia y aparte, que aunque no fui a un Mundial, a nivel de Costa Rica escribí o agregué un granito de arena, pité 20 finales, nueve de forma consecutiva. No fue ego, sino una alegría.

–¿Lo ofendía cuando le recordaban  a su mamá en los estadios?

–Si me recuerdan a mi mamá en público, en masa, uno lo ve como una cultura, buena o mala, es cultura. Sí me ofendió en el partido de diciembre (entre morados y rojiamarillos)  que un alto dirigente me trató de hijo de... y de ladrón, eso sí me ofendió.

–¿Fue Aquil Alí?

–Sí, él había sido una persona que siempre he respetado. El hecho se reportó y al final se quitó la  sanción porque (Aquil) no aparecía como dirigente de ningún equipo.

–¿Y de Alejandro Alpízar (cuando le dijo en televisión cara de pi... después de un partido en Tibás)?

–No,  es una anécdota, cosas que quedan ahí. Yo con Alejandro y otros jugadores que hemos tenido problemas, nos vemos y nos damos la mano.

–Existe la ley de la compensación en el fútbol, ¿la aplicó alguna vez?

–No. De frente, se lo puedo decir a cualquiera: las tortas grandes que hice fue por incapacidad.

–¿Y cuáles fueron, dígame un par por lo menos?

–Póngale la más reciente (el penal no pitado a favor de Heredia, en diciembre pasado). Luego, en un partido en Heredia, ante Pérez Zeledón, al minuto 93 Ismael Gómez fingió una falta de mi lado y la vi tan clara, que marqué penal y  el partido estaba cero a cero. Es de los partidos que más duele porque te equivocás al minuto 93 y mataste a ese equipo.

"Ser comedido con las tarjetas nos está demostrando que en este momento no está dando resultado", dijo.

–¿Miente el equipo o dirigente que diga que nunca se ha visto favorecido por el arbitraje?

–Totalmente y lo dice la historia. Lamentablemente se favorece y se dañan los valores de un equipo. lo que hay que  hacer es que si no hablan cuando lo favorecen, no hablen cuando los perjudican.

–¿Alguna vez intentaron sobornarlo?

–No, ni siquiera en broma, gracias a Dios. Habría sido algo que me habría afectado.

–¿Tienen consentidos en la Comisión de Arbitraje y Concacaf?

–Sí, eso es normal, como el entrenador con los jugadores, el jefe con uno mismo. Yo lo llamaría su equipo de confianza, en donde uno dice: "Pucha, yo debería estar allá, pero escogieron a otro".

En las tantas Comisiones de Arbitraje que hubo mientras estuve, por lo general eran 4 o 5 miembros,  siempre tuve 2 o 3 en contra,  pero era normal.

–¿Qué prefería: un Jafet Soto que dice que el arbitraje lo perjudicó o un Juan Carlos Rojas , presidente de Saprissa, que dice que no habla del arbitraje, pero escribe en Twitter que el penal pitado en Guápiles en contra de los morados  no era y  que el gol fue anotado en fuera de juego, pero que igual no critica  a los réferis?

–Ninguno de los dos. Lo que pasa es que cada quien tira la piedrita al lugar que más le conviene, entonces no hay sinceridad. 

–¿Cómo fue eso que el día de su debut no tenía tarjetas para mostrar?

–Tenía 24 años, estaba en un partido San Carlos- Pérez Zeledón con un tremendo aguacero, en 1994. Al medio tiempo nos quitamos la camisa para escurrirla y empezamos el segundo tiempo y comienzo  a tocarme las bolsas, no sabía que lo estaban dando en vivo. Le dije a Greivin Porras que había dejado las tarjetas en el camerino y me dijo que él  no andaba.

Era un juego bravo, a Memo Guardia le partieron la frente, por dicha no fue con mala intención. Me le acerqué al otro línea y tampoco andaba tarjetas. Al otro día, los programas decían que mi debut  había sido excelente (risas).

Está claro que me equivoqué al no mostrar muchas tarjetas y vacilo  diciendo que desde joven traía eso de no mostrar muchas tarjetas.

OpinionesOpiniones
Hernán Medford: "Para mí fue un buen árbitro, de respeto y le llegó el momento de retirarse, cero rencores y como dicen, en el puesto de él se cometen errores como en todo lo que hacemos, pero también tuvo sus virtudes y considero que fue uno de los mejores árbitros de este país".Carlos Watson: "Su carrera ha sido brillante, ha sido un gran árbitro que por supuesto que ha cometido errores, pero son muchos más sus aciertos. Trató de aprender de otros y su estilo. Espero que los árbitros jóvenes hayan aprendido mucho de él y así lo puedan transmitir".

Karol Espinoza

Bachiller en periodismo y licenciada en Comunicación de Mercadeo. Periodista de Deportes con más de 14 años de experiencia. Integra La Teja desde setiembre del 2006.

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