El Novelón

“El diablo me decía: ‘vaya y se tira, ¿qué le cuesta?’”

Don Edgar Calderón aún siente la presencia de sus seres queridos en cada rincón de su casita

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Don Edgar Calderón, de 68 años, es un valiente.

No es que no le tema a nada, sino que ha superado las pruebas más difíciles que le ha puesto la vida.

Una de estas fue vencer ideas autodestructivas debido al dolor que sentía por la pérdida de su esposa y uno de sus hijos; pero la fe de don Edgar pudo más y fue entonces cuando, según sus palabras, Dios lo salvó.

“Aquí mismo, en este sillón, una tarde me puse a ver las fotos de ellos y me puse a llorar mucho, entonces el demonio me puso en la mente que fuera y me tirara del puente (en San Sebastián) porque debajo pasa la pista (Circunvalación). El diablo me decía: ‘vaya y se tira, ¿qué le cuesta?’. Yo estaba asustado y En ese momento dije: ‘Señor Jesús, ayúdame, aparta este demonio que me está tentando’”.

En ese instante todo cambió.

“Sentí una cosa que me subía por los pies, luego sentí que me pusieron una mano sobre el hombro de lo más rico. Era Dios y me dijo: ‘Edgar, esté tranquilo, su hijo está de lo más bien, está con su esposa, tranquilo, yo estoy contigo’. Después de eso me sentí tan bien”, recordó.

Hoy ya no siente dolor al recordar a su esposa, Elisa Quesada Oviedo, y a su hijo, Edgar Calderón Quesada, pero para llegar a esta tranquilidad tuvo que recorrer un camino largo y difícil.

Golpes muy duros

Don Edgar cuenta que su esposa falleció el 12 de diciembre del 2014 producto de un cáncer, y meses atrás él ya había perdido a tres personas muy importantes.

“Perdí a una hermana que murió en la rotonda de aquí (San Sebastián) porque le dio un paro cardíaco; a otro hermano lo mató una moto, luego otro de mis hermanos murió también de un paro y luego a los cinco meses pasó lo de mi esposa”.

La muerte de doña Elisa fue un golpe muy duro para él, quien ya se había pensionado y tenía muchos planes y sueños que cumplir junto a su amada.

“Éramos demasiado unidos, trabajamos juntos para la iglesia, dábamos los cursos prematrimoniales y bautismales, éramos inseparables”, dice.

01/07/2020 San Sebastián. Novelón con Edgar Calderón, padre de camarógrafo, del mismo nombre, quien murió hace casi cinco años luego de ser embestido por un toro cuando cubría corridas en fiestas de Sarchí. Foto cortesía Edgar Calderón.

Luchando por reponerse de la pérdida del amor de su vida don Edgar sufrió un nuevo golpe con la muerte de su hijo Edgar, “Guegui”, como le decían, quien fue embestido por un toro en Sarchí el 14 de febrero de 2016.

Último adiós

“Gueguis” trabajaba como camarógrafo para el canal Extra Tv 42 y aquel Día del Amor y la Amistad no le tocaba ir a ese corrida de toros, pero por cosas del destino terminó en el redondel.

“Ese día a mi hijo le tocaba ir a un partido en Alajuela. Estábamos tomando café y recuerdo que fue vacilón porque nos entró una llamada casi al mismo tiempo: a él del patrón para decirle que el muchacho que iba a ir a las corridas de toros ya no podía, entonces que ocupaba que él fuera; y a mí del sacerdote, que me dijo que ocupaba que le ayudara cantando en la misa”.

Sin saber que sería la última vez que vería a su hijo con vida, don Edgar lo acompañó hasta el portón de la casa y se despidió de él.

“Me dio un beso y se despidió. Le dije: ‘Guegui, tenga cuidado, no se le arrime tanto al toro porque es peligroso”, y me respondió: ‘Papi, es que yo tengo que arrimarme porque me gusta que quede bien la toma’”.

Trágica noche

Esa noche don Edgar decidió pasar donde un hermano que vive cerca para ver juntos la corrida de toros en la que andaba trabajando su hijo.

“Recuerdo que en la transmisión me mandaron un saludo diciendo que sería lindo conocerme porque a como era mi hijo seguro así era yo, eso me hizo sentir muy orgulloso”.

Como la noche se empezó a poner fría, don Edgar decidió irse para su casa. Apenas llegó se puso a escribirle un mensaje a Gueguis para agradecerle por el saludo y en ese momento escuchó algo en tele que lo dejó helado.

“Dijeron: ‘queremos informar a la familia de Edguitar que le pasó un accidente, pero él está bien y lo llevan al hospital de Grecia’. Claro, yo me asusté”.

Don Edgar fue de nuevo hasta la casa de su hermano para pedirle que lo llevara a ver a su hijo. Cuando iban a iniciar el viaje una llamada los interrumpió.

“Era un compañero que iba con él, estaba llorando, y me dijo: ‘Guegui acaba de morir’. ¡Viera lo que sentí! porque apenas estábamos agarrando fuercitas del duelo de mi esposa”, recordó.

Desde ese trágico día don Edgar no ha vuelto a ver corridas de toros.

“No he querido ver el video del accidente que le ocurrió a él, creo que mi hermano lo tiene...”.

Mamá se lo llevó

El consuelo de don Edgar con la muerte de su hijo es que está seguro de que su esposa se lo llevó y eso le da paz.

“Mi hijo murió el 14 de febrero, Día del Amor y la Amistad, lo enterramos el 16 de febrero y vea qué casualidad, ese día mi esposa estaba cumpliendo años de edad”, mencionó don Edgar.

Otro detalle que le llamó la atención es que ambos fueron enterrados en el cementerio de Desamparados y sus bóvedas están una frente a la otra, aunque no están cerca del todo.

Pasión por la cámara

Cuando don Edgar habla de Gegui el pecho se le infla de orgullo y en los ojos se le nota lo que siente. Para él su hijo fue un hombre honesto, noble, amistoso y correcto hasta el último día.

El señor recordó que el amor que su hijo sentía por las cámaras se inició desde muy pequeño y gracias a esa pasión logró conocer muchos lugares y a personas muy importantes.

“Desde chiquitillo andaba con tarros de leche en polvo y él mismo se hacia las cámaras. Yo trabajaba en tapicería y ebanistería, entonces un día le hice una cámara de madera y él era feliz, siempre fue su pasión”, dice.

Don Edgar Calderón habla del último adiós que le dio a su hijo

Uno de los primeros trabajos de Edgar fue como asistente de luces en la conocida serie costarricense El Barrio, luego hizo el mismo trabajo en el rodaje de la película tica Asesinato en El Meneo.

“Después de ahí pudo meterse a trabajar en Presidencia como ayudante de camarógrafo y fue cuando aprendió más. Luego entró a trabajar en Extra tv 42 por un tiempo y luego se fue para Coopelesca, en San Carlos, como por cinco años, al final regresó a Extra Tv 42”, contó.

Árbitro y payaso

Don Edgar detalla que su hijo era una verdadera caja de sorpresas, ya que además de trabajar como camarógrafo era árbitro de fútbol y de vez en cuando hacía de payaso en fiestas.

“Fue árbitro, era otra pasión que tenía y me decía; ‘papi, me corto las orejas si ahorita no estoy en primera división’. Él estaba en una asociación de árbitros en Desamparados, incluso ya estaba pitando en alto Rendimiento”.

01/07/2020 San Sebastián. Novelón con Edgar Calderón, padre de camarógrafo, del mismo nombre, quien murió hace casi cinco años luego de ser embestido por un toro cuando cubría corridas en fiestas de Sarchí. Foto cortesía Edgar Calderón.

“También trabajó con mucha gente del humorismo, como con Chico Loco y Porcionzón, él andaba con toda esa gente, a veces me llevaba a un teatro y entrábamos como nada porque él nos pasaba”, recordó.

Entre todos los recuerdos que guarda el orgulloso papá hay decenas de fotos que Guegui se tomó con personas de todos los ámbitos, desde el expresidente Óscar Arias hasta Alonso Solís y Ercik Lonnis, pese a que era bien manudo.

Muy querido

Los diferentes trabajos de Guegui lo llevaron a conocer a muchas personas y su forma de ser tan única hizo que se ganara sus corazones, por eso el día de la vela y en el funeral las personas no paraban de llegar a su casa y a la iglesia.

“Aquí es tan querido que incluso hay una placa en honor a él en la plaza de deportes, esa placa la pagaron a hacer los toreros improvisados junto con muchos amigos de aquí, me llamaron para que fuera yo el que la pusiera”, dijo don Edgar.

A la casa de don Edgar siguen llegando muchas personas a contarle anécdotas de su hijo o le hablan de las buenas obras que realizaba sin que nadie se diera cuenta.

“Un día llegó un señor con vestido entero y me preguntó si yo era el papá de Edgar, me dijo que venía a dar las gracias porque él era pastor de una iglesia a la que mi hijo todos los meses llegaba a dar un donativo y en la escuelita dominical también daba una función como payaso”.

Don Edgar dice que es Dios quien lo ha ayudado a salir adelante luego de perder a sus seres queridos, pero asegura que nunca se ha sentido solo porque aún siente la presencia de su esposa y de Guegui en cada rincón de su casita.

Adrián Galeano Calvo

Adrián Galeano Calvo

Periodista de Sucesos y Judiciales en el periódico La Teja desde 2017. Cuenta con un bachillerato en Relaciones Públicas de la Universidad Latina y una licenciatura en Comunicación de Mercadeo de la UAM. En el 2022 recibió el premio a periodista del año del periódico La Teja.

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