Con cerca de 85 yuntas, los vecinos de Santiago de Puriscal se reunieron este domingo para celebrar al santo Patrono.
Aunque la verdadera pachanga suele ser el 25 de este mes, en el pueblo decidieron festejarlo antes y por eso se tiraron junto a sus chineados bueyes.
Tal es el caso de la familia Jiménez Mora, vecina de Desamparaditos, que se alistó desde temprano y ya a las 6 a. m., iban de camino al desfile, que inició y finalizó en el redondel de fiestas de la localidad.
Llegaron cerca de 10 integrantes de la "family" y dijeron que no se pierden los desfiles a los que los invitan. Lucieron su yunta nueva llamada los Palomos y la pasaron bomba.
Otro que llamó la atención fue Eduardo Jiménez, un pequeño de cinco años que estuvo jalando a una yunta prestada. Por lo general, estos animalotes están acostumbrados a andar solo con el dueño y este niño los arreó como si nada.
Mientras, don Carlos Porras recordaba el popular baile del machete, con el que los suegros espantaban a los yernos cuando no querían irse de la casa de la novia, algunos se daban gusto echándose bebidas mágicas, que despertaron a más de uno.
Este es el segundo año que se lleva a cabo el desfile en Santiago, gracias a la iniciativa del padre Melvin Fernández, quien es oriundo del cantón y regresó después de varios años lejos, para revivir esta gran tradición que alegra a todo el pueblo puriscaleño.
Al final, todos quedaron con una sonrisota de oreja a oreja y esperando a que se sigan manteniendo este tipo de tradiciones que tanto le gustan a la gente.