Al periodista Óscar Ulloa, de Noticias Repretel, estamos acostumbrado a verlo transmitiendo desde la Asamblea Legislativa o en Casa Presidencial con saco y corbata.
Sin embargo, la mañana de este martes sorprendió a todos los televidentes al salir en camiseta, pantaloneta, despeinado y algo agitado.
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Resulta que el avionetazo, que ocurrió minutos antes de las 7 a.m. en el río Torres, en Pavas, lo sacó del gimnasio donde estaba entrenando, pues Óscar tiene más de un año de practicar Crossfit, y no le quedó más que transmitir en esas "fachas".
"El gimnasio al que voy en Rohrmoser queda a la vuelta del lugar del accidente. Estaba entrenando cuando escuché que pasó la patrulla de la Fuerza Pública y todo bien. A los cinco minutos cuando ya estoy por terminar el entrenamiento, que es de 6 a 7 a.m., pasaron los camiones grandes de emergencia de Bomberos y del aeropuerto y ya reviso el celular y veo la alerta en los grupos de WhatsApp y salí soplado", contó.
A Ulloa no le importó que no andaba bien vestido para salir en televisión y así se fue a buscar cómo lograba llegar hasta la avioneta siniestrada con seis ocupantes. Minutos después de la emergencia se confirmó la muerte de uno de los cinco pasajeros.
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Se la jugó bonito
Cuando Óscar llegó al lugar, ya los bomberos estaban asegurando la zona del accidente para que nadie pudiera pasar, pero él conoce muy bien el lugar se fue a meter por otro lado para poder estar en el lugar de la noticia.
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"Fue toda una travesía bajar esos 30 metros entre el barro, en tenis de entrenar, todo sudado y echo leña. Como el lugar era de difícil acceso no me quedó más que transmitir por Facebook Live, eso es lo bueno ahora de la tecnología", explicó el periodista.
El reportero fue el único que estuvo en el río transmitiendo el rescate de los seis ocupantes de la avioneta y el canal tuvo que conectarse a su Facebook para que todo el país viera la noticia.
Según contó, la ropa, las tenis y las rodilleras del entrenamiento le quedaron "apenas para tirarlo todo a la basura". Y apenas pudo se fue a dar un buen baño por el temor del agua contaminada.