Ricardo Negrón nunca besó a su pareja delante de su conservadora familia. Carlos Guillermo Smith fue agredido una vez en una fiesta universitaria por ser gay. Tras revelar que era gay en la secundaria, Marco Quiroga tuvo que irse de su casa y estuvo un tiempo sin techo.
Muchos gais hispanos de Orlando han padecido indignidades, rechazo y violencia por su orientación sexual. Pero en el año que pasó desde que un individuo mató a 49 personas en la discoteca Pulse, estos individuos y otros han tratado de reforzar sus lazos con la comunidad a partir de grupos de apoyo y organizaciones vecinales, incorporándose a la política y creando fundaciones para promover la causa de los gais y de los hispanos.
“No hay dudas de que la tragedia de Pulse produjo una nueva generación de líderes jóvenes, que son gais, de color y que quieren hacer un aporte e impulsar cambios” , señaló Smith, quien fue elegido a la legislatura estatal este año.
La mayoría de los muertos en Pulse fueron gais hispanos y el ataque del 12 de junio del 2016 sacó a la luz la distancia que hay entre los homosexuales que no son blancos y los que sí.
Si bien las instituciones para gais de Orlando están abiertas a todo el mundo, muchos hispanos no las frecuentaban, ya sea por barreras idiomáticas o porque las comunidades latinas de Orlando están esparcidas por toda el área metropolitana mientras que la vida de los homosexuales se concentra mayormente en el centro de la ciudad. Hay otros obstáculos, como el machismo, la fe católica de muchos hispanos e incluso el status inmigratorio.
Antes del incidente de Pulse, muchos gais hispanos sentían que solo se podían ver entre ellos en bares o en discotecas que dedican la noche a la música latina o hip-hop.
“En nuestra comunidad no había espacios para los gais que no son blancos” , afirmó Christopher Cuevas, fundador del grupo de apoyo QLatinx tras el ataque de Pulse.
De todos modos, abundan las personas que consideran Orlando un paraíso por la visibilidad de la comunidad gay y por la pujante comunidad hispana. Más de una cuarta parte de los 2,3 millones de residentes que tiene Orlando son hispanos, la mitad de ellos puertorriqueños. Smith describe a Orlando como “una de las ciudades más gay de Estados Unidos” .
“Lo que hace que lo sucedido sea tan estremecedor es que esta era una comunidad muy abierta” , expresó Smith, quien se crió en el sur de la Florida y se radicó en Orlando cuando fue a la universidad. “Esta ciudad apoya mucho a la comunidad LGBTQ” , agregó, aludiendo a gays, lesbianas, bisexuales, transgénero y “queer” .