Paul Alexander era la última persona en el mundo que utilizaba un pulmón de acero luego de contraer polio (es una enfermedad viral que puede afectar la médula espinal causando debilidad muscular y parálisis) en su infancia.
Este estadounidense que inspiró a muchas personas en el mundo murió a sus 78 años, el pasado martes 13 de marzo, según informó la organización que recaudaba fondos para su atención sanitaria.
En los 70 años con el pulmón artificial, Paul fue a la universidad, se convirtió en abogado y publicó libros, se lee en la página GoFundMe de Alexander.
¿Quién fue Paul Alexander conocido como Polio Paul?
Paul Richard Alexander contrajo polio cuando tenía seis años, en 1952. Esta es una enfermedad que se transmite por medio de un virus y puede llegar a infectar la médula espinal de una persona provocando una parálisis.
Este niño fue sometido a una traqueotomía para que pudiera respirar y, posteriormente, los médicos decidieron tratarlo con un pulmón de acero que lo ayudaba a respirar.
Según New York Post, para 1959 en Estados Unidos habían más de mil personas que dependían de un pulmón de acero para mantenerse con vida; sin embargo, las máquinas fueron menos comunes cuando se comenzó a vacunar contra el polio. Para 2014 solo habían 10 estadounidenses que dependían de esta máquina.
Pese a que no tenía la casa capacidad de moverse, Paul Alexander afirmó en varias entrevistas que “odiaba simplemente ver la televisión” y decidió tener una vida como la de cualquier otra persona.
Ingresó a la Universidad Metodista del Sur y asistía brevemente a clases en una silla de ruedas, desconectándose parcialmente de su máquina y aprendiendo a “respirar como una rana”, según The Guardian.
En 1984, obtuvo un doctorado en derecho en la Universidad de Texas en Austin: “Por fin ocurrió algo bueno, quería ser abogado desde hacía mucho tiempo”, mencionó.
Conforme avanzó su edad, Paul Alexander comenzó a depender más de la máquina para respirar y podía salir menos a realizar actividades como una persona normal.
En 2020, publicó un libro sobre su vida, que le tomó cinco años hacerlo, pues él mismo se tomó la tarea de escribir cada palabra con un bolígrafo en su boca.
“No dejar que la polio me derrotara, sino yo derrotar a la polio. Por eso siempre quise lograr las cosas que me decían que no podía lograr y alcanzar los sueños que soñaba”, dijo en un video.
LEA MÁS: Le diagnosticaron cáncer terminal tras vuelo y la aerolínea le dio esta recompensa
Incluso, Paul Alexander, se enamoró y estuvo a punto de comprometerse con una mujer llamada Claire, pero la relación no fue aprobada por al mamá de la mujer. Tiempo después conoció a Kathy Gaines, quien cuidó de él por varios años.