En diciembre de 2021, se conoció la noticia de un turista holandés que fue mordido por una serpiente en sus genitales mientras realizaba sus necesidades en un baño de una reserva natural de Sudáfrica. Según los reportes, el animal lo atacó tan pronto se sentó, por lo que la víctima salió a pedir ayuda de inmediato.

El hombre, de 47 años, acabó con graves padecimientos a causa del veneno de una cobra hocicuda, un ejemplar muy típico del país, lo que empezó a producir la muerte de sus tejidos pélvicos y otras zonas del cuerpo, debido a que no se encontraba el antídoto cerca del lugar de los hechos.

El ciudadano europeo pasó más de cinco horas esperando ayuda, ya que estaban en un territorio alejado del casco urbano más cercano, situado a 350 kilómetros de distancia. Mientras tanto, los vómitos constantes y la fiebre elevada le iban quitando la vida de a poco.

Tuvo que ser trasladado en helicóptero, donde le fueron aplicando el antídoto, no obstante, ya era demasiado tarde y las lesiones le generaron necrosis escrotal, que derivó a una afección renal aguda a causa del potente veneno del reptil.

Los cirujanos tuvieron que extirparle el tejido muerto de los genitales a la víctima y reemplazarlo en el pene y el escroto con tejido extraído de la ingle.

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Logró recuperarse

Tras ser atendido en África y luego llevado a Países Bajos para seguir con su tratamiento, un año y medio después este ciudadano europeo es noticia por la sorprendente recuperación que tuvo no solo de su sistema renal, sino de sus partes íntimas.

Su caso fue compartido en la revista científica Urology Case Reports, donde se reportó que el hombre recuperó la movilidad de su pene y no tuvo secuelas neurológicas a raíz del evento. “A 1 año de seguimiento, las heridas habían cicatrizado bien, y la función y la sensibilidad del pene se habían recuperado por completo. La función renal permaneció ligeramente deteriorada”, dice el documento.

Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), al año mueren entre 81.000 y 138.000 personas por mordeduras de serpientes. Además, se calcula que unos 5,4 millones de ciudadanos sufren mordeduras de estos reptiles, siendo 2,7 millones de víctimas las que terminan afectadas por el veneno.