Duro camino para los migrantes

Edwin Geovanny Méndez, con tan solo 18 años ha tenido que dejar su casa, su familia y su país en busca de un mejor futuro para él y los suyos. Esa es la realidad de miles de centroamericanos que deben dejar su tierra en busca de mejores oportunidades.

El joven salvadoreño, es uno de los protagonistas que contaron su triste testimonio a los productores del documental sobre migración, "Casa en tierra ajena", que elaboraron la Universidad de Costa Rica (UCR) y la Universidad Estatal a Distancia (UNED), de forma conjunta.

"Cuando le dije a mi abuela que me iría para Estados Unidos me dio cinco dólares (¢2.480) para que emprendiera el viaje. En la terminal de buses me encontré a otro salvadoreño que me preguntó para dónde iba y que si tenía dinero, al contarle que no tenía nada, me dijo que no me preocupara, que nos fuéramos. Y él me pagó el hotel, la comida y los boletos de la microbús, la lancha y el carro que nos trajo hasta Coatzacolacos, México", recordó Edwin muy agradecido por la generosidad de su compañero de aventura.

Aguantó mucha hambre

Pero no todo fue así de bueno, Edwin también la vio fea durante la travesía cuando los 2.000 pesos (¢59.455) que le habían regalado para poder comprarse comida durante su recorrido, se los robaron los garroteros que detuvieron el tren en el que viajaban.

"A los siete que veníamos en la misma góndola nos dijeron que nos bajáramos y que les abriéramos las mochilas a ver qué traíamos. Me quitaron la plata, los zapatos viejos que traía y la suéter. Me dejaron sin nada, solo para hacernos el daño. Ese día estaba lloviendo, yo estaba mojado y me estaba muriendo de frío, de no ser por un hondureño que me prestó su cobija, no habría sobrevivido", narró el cuzcatleco.

Solo la ayuda de Dios asegura fue la que le permitió sobrevivir ese duro camino que emprendió por primera vez en diciembre y que espera concluir con el sueño de llegar a Estados Unidos, para poder ayudar a su abuela y a su tío, quienes confiaron en él y lo sacaron adelante pese a las dificultades económicas que vivían.

"Mi misión es llegar a Estados Unidos y ahorrar para comprarle un terreno y construirle una casa a mi abuela y a mi tío, así como pagarle un tratamiento médico a ella y a mi hermanito de dos años que nació con Síndrome de Down, y aún no puede caminar", narró el migrante.

Sello tico

"Casa en tierra ajena" es un documental con sello tico que cuenta las historias y los sueños de varias personas en procesos de migración forzada en Centroamérica y recupera las voces de quienes se han quedado en sus países resistiendo y transformando sus realidades.

El documental se basa en el libro "No más muros, migración forzada en Centroamérica", escrito por Carlos Sandoval García y publicado por la editorial de la Universidad de Costa Rica. El largometraje dura 80 minutos y fue financiado con fondos del Consejo Nacional de Rectores (CONARE).

El reportaje busca responder tres preguntas: ¿Por qué se siguen yendo a Estados Unidos las personas centroamericanas si cada vez es más peligroso cruzar la frontera?, ¿por qué la política migratoria se ha endurecido tanto y cada vez hay más trabas para migrar? y ¿por qué a lo largo de la ruta migratoria la gente más humilde es la más solidaria? 

Ivannia Villalobos Vindas, es productora audiovisual de la UNED, y directora de “Casa en tierra ajena”, según nos contó, la producción comenzó a trabajar en 2015, visitó cinco países, 35 locaciones y recorrió 4,200 kilómetros.