Estafas telefónicas “viajan” a zonas rurales

Existe un viejo y amargo refrán que dice: “todos los días nace un tonto” y parece aplicarse perfectamente, aunque con mucho dolor, a nuestro país.

Todos los días, hasta el 31 de julio de este año, al menos dos personas les dieron todos sus datos bancarios a un desconocido que los llamó por teléfono. Así de sencillo confiaron y se dejaron embarcar.

De acuerdo con los datos del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), 148 personas han denunciado que les robaron toda la platica que tenían en una cuenta por haberle dado el pin, las claves o el token (y otros datos importantísimos y privados) a alguien que llamó diciendo ser de un banco.

Al menos en el primer semestre de este 2017, San José, Alajuela y Puntarenas se convirtieron en las provincias favoritas de los cacos telefónicos; sin embargo, don Rodney Jiménez, vocero de las Asociación Bancaria Costarricense (ABC), aseguró que en el segundo semestre ya están viendo que los ladrones están haciéndoles tiro pero a las personas de zonas rurales, especialmente a las que tienen cuentas en cooperativas lejos de la Gran Área Metropolitana.

El tiro del empleado bancario

Un ejemplo de un tipo de estafa telefónica es cuando la posible víctima tiene en venta alguna cosa, puede ser un carro. El supuesto comprador lo contacta por teléfono, le dice que está interesado y le pide el número de cuenta para pagarle por medio de un depósito. Después dice tener problemas o que la cuenta no funciona, pero que enlazará a un funcionario bancario para que les ayude con la transferencia (aparece un tercero en la misma llamada y ya algo empieza a oler mal, pero algunas personas pasan eso por alto).

El supuesto empleado del banco pide número de cuenta, le dice a la víctima que si tiene su clave a mano, incluso el token o la clave dinámica, para que "sea más rápido" y una vez con esa información tienen acceso a la cuenta de la víctima y pueden sacar el dinero.

Para que la persona a la que se pretende estafar no desconfíe, incluso le ponen un audio similar al de la central telefónica del banco y el supuesto funcionario utiliza un vocabulario parecido al de los trabajadores bancarios.

El tiro de la actualización de datos

En otros casos, los bichos llaman fingiendo que se trata de una actualización de datos o del traslado a las cuentas IBAN y que como la persona (a la que desean estafar) no se ha presentado a las oficinas deben realizar el trámite de manera telefónica para evitar que las cuentas queden bloqueadas.

“Estos grupos incluso realizan lo que se denomina 'ingeniería social'; es decir, hacen una investigación de la víctima (persona o empresa) por medio de Internet, e incluso redes sociales, para obtener datos personales o información relevante para luego contactarlas y también mediante timos obtener las claves”, agregó don Rodney.

Una vez que el cliente les entregó la información, los delincuentes tienen acceso a la cuenta y mediante transferencias envían el dinero a cuentas en otros bancos, de donde la retiran en menos de media hora. Así que cuando la víctima se da cuenta ya no tiene ni un cinco.

De acuerdo a los datos del OIJ, de los 148 casos, 102 sucedieron entre semana. Los lunes y los miércoles son los días en los que más se han puesto denuncias, algo que es muy lógico, los fines de semana muchos bancos no abren y la gente podría creerles menos a los bichos que llaman con ganas de estafar.

Si a usted lo llaman dizque de un banco y algo le parece sospechoso, hágaselo lo saber a la persona y cuelgue. Verifique llamando usted a su banco si están haciendo llamadas como la que recibió. Esté con las antenitas de vinil siempre afinadas, así podría evitar que su nombre se una a la lista de las víctimas de los delincuentes del teléfono.