Dice el Gobierno que Costa Rica está en crisis de liquidez, en julio no hubo suficiente efectivo para pagar los gastos. La plata no alcanzó y, además, el Gobierno tampoco pudo conseguir dinero prestado, eso es más grave.
Una cosa es que la plata que uno gana no alcance, pero otra mucho más grave es que los prestamistas ya no nos quieran sacar del apuro.
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La consecuencia de una crisis de liquidez es no tener los recursos suficientes para garantizar que el Gobierno pueda seguir ofreciendo servicios esenciales. Así lo dijo el Presidente.
Cuando eso pase, nos vamos a dar cuenta al instante, porque un servicio esencial es todo aquel que en caso de ser interrumpido, podría poner en riesgo la vida, la seguridad o la salud de los ciudadanos. La cosa es seria, pero pocos han asumido que el problema fiscal es un problema de todos y no un escenario de lucha política.
Irresponsables son todos los gobernantes y diputados que dejaron pasar un día más, un minuto más, sin enfrentar una discusión seria y madura del problema fiscal ¡BASTA de politiquería, el pueblo de Costa Rica necesita una buena y profunda reforma fiscal!