Nacional

Los aires navideños empiezan a prender la luz

Pueblitos e instituciones se van ambientando para recibir el mes de diciembre y disfrutar de las fiestas de fin y principio de año

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La época navideña es una de las más esperadas por los costarricenses, desde enero muchos están pensado en que llegue diciembre rápido para volver a respirar el olor a ciprés, mandarse un buen tamal, ir a Zapote y departir en familia.

En varias partes del país este festejo se adelanta más de la cuenta, por las actividades que hacen los barrios o por la forma en que se adornan las casas.

Un ejemplo claro de esto es la Tenería Pirro, ubicada en la entrada a Heredia.

Los dueños de este negocio tienen como costumbre iluminar los árboles que están frente al negocio, creando un verdadero espectáculo de luces.

Quienes se quedan pegados en la presa que se hace por las noches en ese lugar, se distraen viendo el hermoso resplandor.

Pablo Chaves, vecino de Fátima, en esta provincia, y quien pasa por ahí todos los días a las 8 p.m., contó que el anuncio de la Navidad le cae cuando este sitio se alumbra.

“Uno siempre está atento a que viene diciembre, pero a veces a uno se le olvida, cuando nos damos cuenta esta casa tiene las luces puestas y es ahí cuando uno ya sabe que estamos cerca del último mes del año”, explicó.

Chaves, quien tiene 23 años, nos explicó que desde que tiene uso de razón esta chozota siempre está alumbrada en esta época.

“Mis papás dicen que esa tradición tiene como 30 años. Mucha gente que no es de aquí, cuando ven esa casa, se quedan impresionados, porque es algo que cuesta ver en otras partes”, finalizó.

En el barrio La Cruz del Norte, en San Joaquín de Flores, no muy lejos de Pirro, todos los vecinos se ponen de acuerdo para decorar una calle de 400 metros que llama la atención de los que transitan por ahí.

Eulalia Ramos, vecina de este lugar y organizadora de esta fiesta, explicó que la iniciativa nació en el año 2000, con el objetivo de unir más a la comunidad.

Hoy, 17 años más tarde, la celebración ha hecho que habitantes de sitios como Mercedes Sur, Barreal e incluso más distantes como Varablanca o Cinchona lleguen a pasar un lindo rato con ellos.

“Nosotros vendemos tamalitos, rompope, prestiños y cositas de comer para que la gente venga y disfrute. Esto no es como Zapote, es mucho mejor, porque se disfruta sin guaro y en familia. A la gente le gusta mucho, porque el atractivo que tenemos es que toda la calle se ilumina y hacemos juegos de pólvora que les gustan mucho a los niños”, detalló.

La inauguración será el sábado 25 de noviembre y finalizará el 6 de enero del 2018, los coordinadores esperan la llegada de al menos 25 mil personas.

Cabe destacar que contarán con grupos de marimba y cimarrona para ponerle sabor, especialmente por las noches.

Otro de los símbolos que anuncian la llegada del 25 de diciembre, es cuando el Museo de los Niños se convierte en un mágico castillo que es adornado por más de 4 mil bombillos.

De acuerdo con María Jesús Amey, vocera del museo, esta será la edición 17 y esperan la presencia de 11 mil personas.

“La iluminación será el viernes 1 de diciembre a las 6:30 de la tarde. Vamos a tener un espectáculo con 120 actores y bailarines que harán varios shows durante la duración de la actividad”, explicó.

En nuestra lista tampoco puede faltar el encendido del árbol en el Hospital Nacional de Niños, que por primera vez tuvo resplandor en diciembre de 1964.

53 años después, en pleno 2017 sigue siendo una tradición ir al centro médico a presenciar este acontecimiento.

La iniciativa nació cuando Marta Montes, dama voluntaria del hospi, le propuso al doctor Carlos Sáenz Herrera, fundador de esta institución, prender un arbolito para que los pequeños que estaban internados también pudieran alegrarse. Ese primer pino fue traído desde las montañas de Coronado.

“Ahora tenemos dos pinitos que los alternamos, un año iluminamos uno y el siguiente el otro, y con ayuda de la CNFL que, nos ha obsequiado el trabajo de la distribución de las luces y su instalación con ayuda de una grúa”, explicó la doctora y directora de hospital, Olga Arguedas.

Esta actividad se llevará a cabo el jueves 7 de diciembre a las 6 p.m.

En el barrio Santa Eduviges, ubicado en Oreamuno de Cartago, saben que desde 15 de octubre la familia Ortega González empieza a iluminar su casa y así dan el pitazo oficial de bienvenida a la Navidad.

Este adelantado acontecimiento contagia a los vecinos que empiezan a decorar sus hogares, inspirados en esta familia integrada por don Jorge Ortega y doña Carmen González, quienes, junto a sus 8 hijos y 2 nietos, mantienen esta tradición desde 1991 cuando llegaron a vivir ahí sin fallar un solo año.

Al principio de su matrimonio vivían donde la mamá de doña Carmen, donde se celebraban las posadas navideñas. La señora aprovechaba sus habilidades para las manualidades y vestía a sus hijos de pastorcillos, para que participaran y adornaban su casa, pero como vivían en la parte trasera de la propiedad no se lograba apreciar la decoración.

A los años se pasaron a su propio hogar y desde entonces no esperan que nadie se les adelante y de una vez le entran a la decoración. Todo empezó con dos series de luces en las ventanas del frente de la casa y hoy es un espectáculo imposible de ignorar.

“Desde 1991 tenemos esta tradición de estar poco a poco adornando. Una de las costumbres aquí en Cartago es decorar aunque sea una ventana o poner un arbolito en esta época y cada año íbamos comprando más y más cosas para arreglar. Además, el espíritu navideño nos embarga tanto a mi esposa como a mí, mis hijos y ahora a nuestros nietos", explicó Ortega.

Todos vienen a ayudar a poner bombillos, revisarlos, sacar los malos y los que están casados también siguen el ejemplo en sus propias casas.

"Mi esposa es muy creativa y constantemente está realizando manualidades y ella fue la primera que decidió hacer esta tradición, porque eso iba a unir más a la familia y este es el objetivo principal, ella fue la pionera. Esto además sirve para motivar el Espíritu Navideño y tratar de unir al barrio y que se contagien en estas fiestas que son tan importantes”, dice don Jorge.

“En el barrio cuando ya se va acercando octubre, siempre le preguntan a mami cuándo va a decorar y hasta que ella decore, los demás vecinos arrancan con sus decoraciones. Según lo que hemos escuchado, todos los años esperan a ver qué nuevo hay, porque todos los años ella varía, por ejemplo, si este año puso un bastón aquí, el año año le busca otra ubicación", dijo su hija Karol.

Ese día la gente está en la calle esperando el momento de iluminar y se ven muchos chiquitos con sus caritas todas llenas de ilusión y personas que vienen en carro para disfrutar el momento, otras se ponen a sacar fotografías, incluso gente que viene desde San José explicó Karol.

Doña Carmen inicia con la decoración y el resto de la familia (10 en total) se acercan a ayudar revisando todas las series, si alguna está quemada se cambian, pero desde agosto empiezan a sacar de cajas toda la decoración para revisarla primero.

El monto del recibo de la luz varía un poco, pero al ser una familia numerosa entre todos aportan para pagar los recibos, para que no se sienta tanto.

En este momento hay aproximadamente 24 series de luces para un total decorado de 20 m2 y aún faltan unas mangueras de instalar. Hay bombillos que ya no se consiguen, pero entre sus cosas la mamá tiene muchos de repuesto para cambiarlos. Si hace falta algo ninguno pone peros para conseguir lo que se necesita.

El día de la iluminación, como todos están reunidos, dan las gracias a Dios por permitirles un año más decorar sin dejar de lado que es algo simbólico, porque lo principal es la unión de la familia y el verdadero nacimiento de Jesús, pero en el corazón de cada uno de sus miembros.

Además de las series de luces hay esferas, candelas, lazos (que varían en su forma cada año), peluches navideños, venaditos, bastones, colachos, muñecos de nieve, entre otros y por lo general utilizan colores tradicionales como azul, blanco, verde, rojo, azul y dorado. Si algún adorno está un poco deteriorado ella misma lo arregla.

Este es el segundo año que se ilumina la segunda planta (hicieron la casa de 2 plantas hace 2 años precisamente). Muchas personas desean ir a ver la iluminación y si en ese momento no hay nadie en la casa, alguno de los miembros de la familia va un momento a prender las luces.

En cuanto a evitar un cortocircuito ponen las series en regletas y en la segunda planta de la casa hay unos breckers especiales solo para eso, para que no tenga que ver con el resto de conexiones de la casa, además hay una instalación que es exclusiva para utilizarla para esta decoración.

Años anteriores han sufrido robos de los bombillos, pero ahora tiene series con luces led y así no pueden agarrarlos. Los mismos vecinos se encargan de ser “guardianes”, ellos cuidan bastante.

“Queremos que se siga inculcando entre nuestras generaciones como ahora está dándose con nuestras nueras y nietos”, dijo don Jorge.

La decoración la quitan a finales de enero y para recoger todo tardan una semana y con el mismo amor y cariño que doña Carmen las saca de la caja donde las tiene, ahí mismo las vuelve a guardar de manera muy ordenada. Las luces las encienden a las 6 p.m. y las apagan a las 10 p.m.

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