Doña Marlene Hidalgo se ganó este jueves 14 de setiembre ¢300 mil con nuestro código de la suerte, ella es vecina de San Juan de Dios de Desamparados.
Nos contó que toda la mañana del jueves pasó con una alegría extraña en el corazón, que después se transformó en el premiezote.
“Vieras qué raro, tuve que ir a hacer unos mandadillos a San José y sentía algo en el pecho, en el corazón, una alegría, un gozo muy extraño, no sabía por qué, pero andaba toda contenta. Por la tarde, cuando me llamaron, entendí por qué estaba tan alegre”, nos contó la suertuda desamparadeña.
LEA MÁS: La Teja y Tiendas Monge tiran la casa por la ventana.
No es la primera vez que pega, hace dos años se echó a la bolsa cien mil colones. Ahora ganó ¢150 mil en una tarjeta de regalo y ¢150 mil en una orden de compra en Tiendas Monge. Cuando habló con nosotros no había salido de la emoción por la leche que le cayó encima de un pronto a otro.
“Tengo varios arreglitos que hacerle a la casa y que desde hace tiempo andaba buscando la platica para entrarles pero no había podido juntarla, ahora con el premio me voy a dedicar a poner bien guapa la casita que tanto lo necesita”, afirmó.
Como ella misma lo explica, tiene 5 hijos, 2 nietos, 4 perros y un gato. “Todos vivimos bajo el mismo techo y nos llevamos muy bien”, comentó sobre sus peluditos, porque sus hijos ya han ido haciendo su vida y ahora solo vive uno con ella.
Es bien empunchada y la pulsea bonito, se ha especializado en hacer ropita para perritos, siempre le dio lástima que a muy poca gente le gusta hacer ropita para peluditos bien pequeñitos, por eso ella le entra sin miedo, incluso para los que llaman tacitas, que son bien peques.
“Me especializo en ropita para chihuahuas y en todos los accesorios que ellos ocupan. La gente viene con su mascota, yo le tomo las medidas y les hago los trajecitos muy bonitos, si alguien está interesado me puede llamar al 6015-5428”, aprovechó la ganadora.
LEA MÁS: Los "gammers" de la casa también pueden disfrutar del código de la suerte.
Y es que anda enrachada con la fortuna, hace pocos días se pegó una vajilla y ahora el código de la suerte. Espera seguir así con los chances y la lotería, porque nos explicó que hace varios años sí pegaba rifas y le iba bien en los bingos, pero pasó una sequía de como cuatro años que espera se hayan acabado y vuelvan aquellos días en que era tiro fijo con las rifitas que compraba en el barrio.