EscucharDesde el año pasado han aumentado las visitas a mi consultorio con el tema de adolescentes que se muestran al desnudo por medio de fotos, videos, o bien intercambios simultáneos de desnudo y masturbación entre jóvenes. Ya sean novios o simplemente para "vacilar" como dicen ellos.
Lo hacen desde sus celulares o computadoras de manera clandestina, encerrados en el cuarto, o el baño de la casa, sin imaginar que tales prácticas son verdaderamente peligrosas. Al principio no ven nada malo ni consideran que sea un problema en sus vidas.
Los conflictos, miedos y angustias surgen cuando este material desnudo se pasa a las redes sociales con el fin de molestar, como una travesura de colegiales, o muchas veces por venganzas entre parejas cuando han terminado su relación de noviazgo juvenil.
Es ahí donde los padres y profesores se dan cuenta de lo que están haciendo. Cada familia intenta echarle la culpa de inmediato al otro joven, no a su propia hijo. Cuando en realidad ambos están severamente implicados, trayendo como consecuencia peleas adultas y hasta demandas legales.
Además, de la vergüenza que sufren en especial las muchachas de saber que todos en el colegio y el mundo entero conocieron su vida íntima sexual. Y que aún circulan en las redes.
Por eso cuando en el hogar personas adultas regalen y mantengan celulares y computadoras es un deber hablarles de los peligros sexuales, y de lo que no deben hacer. Si no aprenden y no saben obedecer entonces estos jóvenes no podrán seguir portando un aparato que ponga en riesgo su dignidad y reputación.
Recuerden que los adolescentes son aún niños a nivel mental y psicológico. No pueden tener total libertad de acción. La guía, confianza, diálogo y autoridad siguen siendo pilares fundamentales para el sano desarrollo de sus hijos.
