El Tribunal Penal de Heredia condenó a cuatro hombres por atentar contra la vida de Minor Garita Soto, un socio de la empresa Busetas Heredianas.

Los sentenciados son Óscar Ramírez Jiménez, a quien le pusieron una pena de 18 años; Luis Humberto Reyes Guerrero, sentenciado a 16 años, y Rodrigo Mora Ruiz y Ronald Chacón Jiménez, cada uno de estos dos últimos deberá pasar 15 años encerrado por el delito de tentativa de homicidio calificado

Un quinto hombre fue absuelto.

De acuerdo con las autoridades, Ramírez Jiménez habría contratado a unos hombres para acabar con la vida de su compañero de negocios antes de que este lo denunciara por administración fraudulenta, un delito por el cual al final estuvo preso seis años.

El juez Hazel Araya consideró esta acción de Ramírez como muy grave.

“Consideramos su mayor responsabilidad en los hechos, siendo el ejecutor de estos, entendiendo que a pesar de que un Tribunal de Justicia lo había condenado por problemas contra los accionistas, no solo no deja de realizar esas acciones, sino que además decide acabar con la vida de uno de sus socios. Esto nos parece realmente grave y aun reconociendo que el hecho quedó en tentativa, le impondremos esta pena de 18 años de prisión”.

Los cuatro ahora sentenciados estaban libres, pero el Tribunal les impuso de una vez prisión preventiva mientras la sentencia queda en firme. La medida fue tomada también por seguridad de la víctima.

El 29 de agosto de este año se armó un problema dentro del plantel de Busetas Heredianas en Heredia, al que entraron 10 hombres armados. La situación, que fue muy confusa, dejó tres heridos.

El OIJ investiga esta situación por orden de la Fiscalía porque se sospecha que se debe al mismo problema que dejó esta condena.

Problemas desde 1996

La Fiscalía probó que Minor Garita Soto puso una denuncia en 1996 por el delito de administración fraudulenta en contra de Ramírez Jiménez, quien era su socio y fue sentenciado luego a seis años de prisión.

“Luego de esta resolución, la víctima inició un proceso civil para cobrar los daños y perjuicios que se le causaron. Sin embargo, ante la decisión (de Garita), Ramírez planeó darle muerte. Se presume que Ramírez contó con la participación de los otros imputados, quienes se encargaron de vigilar y seguir a la víctima. La prueba del Ministerio Público constató que estas personas recibieron un monto económico por realizar dicha actividad ilícita”, señaló el Ministerio Público.

El 10 de febrero del 2014, los sujetos “contratados” se mantuvieron cerca del Liceo de Heredia, donde esperaron que Garita Soto llegara y se montara en su carro, luego lo siguieron hasta Mercedes Norte. Cuando Garita hacía un alto le dispararon un montón de veces.