Don Ángel Gutiérrez tiene solo cinco meses de trabajar en la llantera que está en la pura “curva de la Muerte”, pero ya le ha tocado presenciar unos 25 accidentes y ayudar a los accidentados en al menos 15 de esos sucesos.
Jamás se imaginó que le tocaría pasar de cambiar llantas a salvar vidas en un segundo, pero cuando tiene que hacerlo, no se echa para atrás. Nos comentó que sabe muy bien que su celular siempre debe estar cargado porque en cualquier momento le toca llamar al 911.
“Yo soy muy creyente en Dios y siempre le pido en las mañanas que tenga misericordia de las personas que andan en esta Ruta 32, porque es casi un hecho que habrá un accidente. Yo cuando oigo el bombazo lo primero que hago es orar un poquito y después me voy a ver en qué ayudo.
"Recuerdo hace como tres meses que escuché un golpón en la noche, pero nada más, entonces pensé que no había pasado nada, que era yo quien había escuchado mal; al otro día, a eso de las seis de la mañana, cuando estaba tomando café, llegó un muchacho lleno de barro, se había ido al guindo con el carro y logró salir, no lo podía creer”, recordó este llantero, quien le ha tenido que hacer honor a su nombre muchas veces.
Este llantero, quien nació en Estelí, Nicaragua y que esta en el país hace 17 años, entiende ahora muy bien que si bien lo suyo es arreglar llantas, también, junto a su perrito Chimbolo, le toca ayudar a los que tienen un accidente en la carretera a Guápiles, ahí por el Teleférico.