La Reina de los Coyotes detenida por producir marihuana es considerada una mujer astuta

“La Reina de los Coyotes” ha sido señalada por ser inteligente, astuta y escurridiza desde hace más de dos décadas.

Su nombre es Gloria Abigaíl Niño Canales y en la actualidad es una adulta mayor de 67 años.

Nació en Perú, pero se nacionalizó costarricense.

Tal como lo informó La Teja, ella fue detenida este martes por liderar una banda dedicada a la producción de marihuana hidropónica; sin embargo, ha estado en boca de las autoridades desde hace más de dos décadas por cometer otros délitos.

Estados Unidos la consideró la mayor tráficante ilegal de personas hacia ese país.

El diario estadounidense The Washington Post informó en 1995 de que ella sería la responsable del ingreso de 10.000 ilegales al año a Estados Unidos, en su mayoría migrantes chinos e indios.

Siempre ha estado en el ojo de las autoridades; a ella la capturó la Policía Internacional (Interpol) el 1° de diciembre de 1995, en Quito, Ecuador, y la enviaron a Honduras, donde tenía una orden de captura como sospechosa del tráfico internacional de extranjeros ilegales. En esa ocasión una de sus hijas interpuso un recurso de ámparo en Costa Rica intercediendo por su mamá, pero al final no paró en nada.

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El medio de comunicación Univisión señaló que la mujer fue investigada por las autoridades norteamericanas bajo la “Operación Espejo Roto”, quienes consideraron que ella logró reunir una millonada de dinero por el tráfico de personas.

Para la captura de esta mujer en el 2000 fue importante la labor de un peruano de nombre Roberto Rivas, quien se infiltró primero como pintor y luego como chofer de confianza para la Reina de los Coyotes y le hizo llegar a las autoridades gringas información importante sobre cómo operaba esta mujer.

La Reina de los Coyotes fue condenada el 12 de noviembre del 2002 a 12 años de cárcel por tráfico de personas en el Tribunal Penal de San José. El esposo de ella Darío Espejo-Flores, también fue acusado por el mismo delito de tráfico de personas, que operaba desde Cancún y, posteriormente, se declaró culpable en un tribunal federal de Texas.

Esta mujer, nuevamente, regresó a las celdas policiales donde está a la espera de sus nuevas medidas cautelares por el delito de producción de drogas.