Sucesos

Los mensajes de súplica en medio de Otto siguen en la mente del alcalde de Upala

Juan Bosco Acevedo todavía guarda en su celular algunos mensajes de personas que temían morir

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El alcalde de Upala, Juan Bosco Acevedo, asegura que todavía no puede sacarse de su mente los mensajes que muchas personas, en medio del paso del huracán Otto, le mandaban por WhatsApp, suplicándole que no los dejara morir.

Y es que el número de teléfono que se dio para atender los reportes de la emergencia del 24 de noviembre del año pasado fue el del alcalde, por lo que asegura que vivió en carne propia la angustia de no poder salir de su oficina para irse a rescatar a quienes le pedían ayuda.

"Imagínese que aquí hay un muchacho que maneja lancha y es un experto, él me decía que ni con lancha de motor se animaba a ir a buscar a la gente en aquella oscuridad, por ese montón de agua y por la cantidad de árboles que se venían, esto era un mar", recordó Acevedo.

Uno de los mensajes que recibió el alcalde, el cual aún guarda, era de Shary Adelaida Castillo, una vecina del barrio El Matadero, en el centro de Upala.

"Don Juan le habla Shary, aquí detrás de El Matadero, estamos arriba de una cabaña, en el techo. El agua ya esta llegando, por favor ayuda, ayuda, mis padres no se cómo están. Por favor don Juan, el agua está llegando muy rápido, no nos dejen morir aquí por favor", dice la mujer en el mensaje, el cual recibió el alcalde a las 11 de la noche.

Si quiere escuchar este mensaje ingrese a la nota en la página www.lateja.cr, la afectada autorizó a don Juan para compartirlo.

Acevedo asegura que recibió muchísimos mensajes como este, tuvo que borrar algunos de su celular, pero los recuerda con mucha frustración.

Él explicó que la reconstrucción por el paso del huracán no ha sido fácil y que todavía hay mucho por hacer.

–¿Cómo está Upala a un año del golpe que les dio el huracán Otto?

–Seguimos luchando por recuperarnos, la población está traumatizada por lo que ocurrió, hemos logrado salir adelante con mucho esfuerzo. Sin embargo, aún pesan las pérdidas en agricultura y ganadería. Se ha mejorado la infraestructura, caminos y puentes. En algunos lugares aún estamos trabajando, el centro de Upala se ha logrado limpiar aunque todavía hay desechos que deben ser llevados a un basurero en Miramar.

-¿Qué lección les dejó Otto?

–La necesidad de capacitar a la población en temas de emergencias, ya se está trabajando en eso, pero también aprendimos que vivimos en un país solidario porque mucha gente nos vino a ayudar. También que en este pueblo la gente es solidaria porque salieron de aquí para ayudar a los afectados por la tormenta Nate. Otto también nos dejó mucho miedo.

-¿Por qué los afectados todavía no tienen casa?

–Han sido trámites muy rigurosos ya se está trabajando en las primeras viviendas, la empresa Procter and Gamble donó el terreno para 15 casitas. A nueve familias la Purdy Motor les va donar las viviendas y las otras van a ser con bono. El IMAS les ha ayudado con el bono, pero eso lleva su trámite y es bastante riguroso. Hay una necesidad de 70 casas.

-¿Cuáles son las principales preocupaciones de los upaleños?

–Las pérdidas en la agricultura. Primero Otto se llevó las siembras, después del huracán hubo dos meses de temporal. Las siembras de frijoles, que es lo que más se produce, quedaron dañadas y eso dejó muchas pérdidas. Algunos no han podido recuperarse porque, además, tampoco son sujetos a que les den créditos.

¿Qué proyectos están pendientes?

–Se está trabajando en la construcción de un corredor turístico que va pasar por los tres volcanes (Tenorio, Miravalles y Rincón de la Vieja), va ser un atractivo. Es un sueño, son 90 kilómetros que van a atraer al turismo y empezaría desde río Celeste. La inversión es de más de ¢5.000 millones. Está desgracia también se ha convertido en oportunidad para el cantón porque nunca en la historia de Upala se hubiera logrado un impacto así en la economía.

-¿Qué han hecho para evitar que el río Zapote se vuelva a desbordar?

El río fue dragado a lo largo de 20 kilómetros para tranquilidad de la comunidad, ha llovido fuerte otra vez y el río crece, pero no para desbordarse. En Upala la gente quedo marcada por el miedo y entonces ellos también monitorean el río.

Silvia Coto

Silvia Coto

Periodista de sucesos y judiciales. Bachiller en Ciencias de la Comunicación Colectiva con énfasis en Periodismo. Labora en Grupo Nación desde el 2010.

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