El dolor y la destrucción de la tormenta Nate pueden ser más serios que el devastador paso del huracán Otto, en noviembre del año pasado, cuando 10 personas fallecieron. Esa es la misma cifra de vidas que hasta este viernes ha cobrado Nate.
La influencia de Otto empezó con las primeras lluvias del 16 de noviembre, pero fue hasta el 24 de ese mismo mes que la furia del huracán se ensañó sobre todo con el norte del país, los aguaceros estuvieron acompañados de vientos de 155 kilómetros por hora.
A la fecha la Comisión Nacional de Emergencias (CNE) no reporta personas desaparecidas por el huracán, mientras que la cifra para Nate se mantienen en 30 personas, sin embargo, esa cantidad varía constantemente porque hay mucha gente aislada. Y además la tormenta golpeó a gran parte del país, salvo el Caribe.
Doña Brenda Hernández, vecina de la Fortuna de Guayabo de Bagaces es una de las sobrevivientes de Otto, ella perdió a un sobrino de su esposo, y a la madre de este, además perdieron su casita y asegura que esta tormenta los hizo revivir tanto dolor.
"Ha llovido tres días, y salimos de la casa a donde mi suegra para no repetir lo terrible que vivimos, los ríos todavía están muy crecidos, solo queda pedirle a Dios que el tiempo mejore, han caído postes y hay gente albergada en Guayabo", dijo Hernández.
Los daños que dejó Otto se valoraron en ¢130 mil millones, las zonas más afectadas fueron Upala y Bagaces. El total de afectados fue de 10.831 personas de 461 poblados. En cuanto a carreteras 150 rutas se vieron afectadas.
Con la tormenta Nate los informes de daños todavía no han terminado pues hay zonas donde el ingreso para los socorristas ha sido imposible por lo que el recuento final todavía no está listo.
El Presidente Luis Guillermo Solís declaró este viernes duelo nacional durante tres días.
Por el momento ya se han aprobado 65 obras en zonas afectadas, además se están entregando 13.5 toneladas de alimentos en avionetas y helicópteros.
La afectación de la tormenta ha sido de frontera a frontera, incluso este viernes el presidente Solís se mostró satisfecho porque se logró llegar a la comunidad de San Ignacio de Acosta, la cuál fue muy golpeada y estaba incomunicada. En algunos lugares no había ni luz ni agua.
Para más de 24.000 personas ya hay electricidad pero hay 6000 usuarios pendientes. En el caso del agua 110 mil personas tienen el preciado líquido, 447.4000 aún no tienen el servicio.
72 Ebáis afectados por las inundaciones.
Aunque el sol salió este viernes, el director del Instituto Meteorológico Nacional (IMN), Juan Carlos Fallas, ha insistido en que los suelos siguen saturados por lo que es prudente que la gente se mantenga en los 94 albergues habilitados.
Los comités de la Cruz Roja, en todo el país, están recolectando alimentos no perecederos, y de higiene personal, entre estos pañales para bebés y adultos. En las oficinas de Senasa en Lagunilla de Heredia recogerán este fin de semana alimento en grano y en lata, comederos y bebederos, cobijas, medicinas, transportadoras, collares y correas.
El Mopt no ha podido precisar el daño completo en las rutas. (ver páginas 6 y 7)