El OIJ descartó la mañana de este lunes que un contenedor que unos delincuentes se robaron la noche del viernes anterior llevara droga.
Esos mismos hampones asesinaron al policía Óscar Ramírez e hirieron a uno de sus compañeros la madrugada del sábado, cuando los oficiales llegaron a una quinta en Concepción de San Isidro de Heredia, donde escondieron el contenedor.
Juan Pablo Calvo, jefe del OIJ de Heredia, explicó que aunque en la primera inspección el perro de la unidad canina pareció olfatear alguna sustancia ilícita, después bajaron toda la carga y revisaron el contenedor con lo que se descartó esa posibilidad.
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El jefe policial comentó que conversaron con el conductor al que le robaron el furgón y decomisaron varios videos.
El asalto se dio el viernes, a las 10 p. m., cuando el trailero había salido de Cañas, Guanacaste.
En apariencia, el conductor se bajó a orinar en Miramar de Puntarenas y en eso dos hombres lo encañonaron y lo subieron al cabezal.
Los sospechosos se llevaron el chunchón y en el camino se estacionaron para bajar al chofer y cambiar el cabezal del contenedor.
Al trailero se lo llevaron en un carro y lo dejaron en Cartago, donde después logró llamar al jefe para pedir ayuda.
El contenedor tenía un GPS que permitió ubicarlo en una quinta en calle Lorenzo, en Concepción de San Isidro de Heredia, a la 1 a. m., por lo que las autoridades recibieron el reporte.
La Policía mandó a los oficiales Ramírez, de 46 años, y Leonel Jiménez, quienes al llegar a la finca se toparon con el guarda y un gatillero, quien les disparó.
Cuando los refuerzos de la Policía llegaron, el oficial Ramírez había fallecido de un balazo en el abdomen y otro en el cuello, mientras Jiménez presentaba una herida en la mandíbula, que aún lo tiene delicado.
Los oficiales capturaron en la quinta al guarda de apellido Cortés y al trailero de la organización de apellido Arroyo, a quienes les recetaron cuatro meses de prisión preventiva.
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El OIJ busca al gatillero y a otro sospechoso que escapó en uno de los dos carros.
La quinta donde ocurrieron los hechos la están dividiendo en lotes para venderla. El dueño es un gringo que vive en Estados Unidos y que aseguró a las autoridades que el administrador de la propiedad había contratado a un guarda para que le diera vueltas al lugar, por lo que él tenía llaves y acceso total a cualquier hora.
Las tilapias iban en un contenedor de la empresa DHL que solo daba el servicio de transporte. El producto iba directo al aeropuerto y posteriormente sería enviado a Estados Unidos.
En el Complejo de Ciencias Forenses están analizando los videos decomisados.
Al oficial Ramírez lo sepultaron este domingo, en San Isidro de Heredia. Por su valentía lo ascendieron a capitán y los honores se los entregaron a su esposa y dos hijos. Ramírez tenía 18 años de servir a la Policía y se había casado hace 15 días por la iglesia, después de convivir 12 años con la esposa en unión libre.