Pasión llevó a días difíciles

Hasta hace un año Gerald Obregón Vega era un hombre pleno. Trabajaba como policleto y eso lo llenaba de orgullo porque desde que era un niño quería ser policía.

Pero  esa misma pasión lo puso frente a la muerte y pese a que ganó la batalla, su vida ya nunca será igual.

El 14 de abril del año pasado Gerald estaba trabajando cuando fue golpeado por un carro.

El accidente lo dejó muy grave y estuvo internado cuatro meses en el hospital Calderón Guardia.

“Cuando despertó tuvimos que empezar a darle comida licuada por una sonda. En ese momento él no podía hablar ni moverse, quedó muy afectado del lado derecho del cuerpo, el ojo le quedó mal y la boca caída”, relató Juan José Obregón, tío de Gerald.

Después del accidente le empezaron a dar ataques epilépticos y ahora tenemos que darle medicación para controlar eso”, agregó.

La familia de Gerald lo ha estado llevando a terapia al Cenare y eso le ha ayudado mucho.

“Ahora se levanta por ratos y camina poquitos. Ya también conversa, pero ha sido un proceso muy lento”, aseguró el tío.

Duros recuerdos

Juan José dice que pese a que su sobrino ha avanzado, ahora es completamente dependiente de él y de la mamá.

“Mi sobrino es como un bebé, está hablando y dice lo primero que se le viene a la cabeza.

“Él cuenta que era policleto y aunque no recuerda el accidente sabe que tuvo uno y por eso asegura que ya no quiere ser más policía, quedó traumado”, narró.

Según cuenta el tío de Gerald ellos se sienten muy tristes de saber que la vida del hombre nunca será igual.

“Mi sobrino era muy atlético, le encantaba jugar bola y hacer deporte y verlo ahora en una silla de ruedas es muy duro para nosotros. Es increíble como la vida cambia tanto de un día para otro”, dijo.

Varios compañeros de Gerald lo visitaron cuando estuvo internado y a veces algunos llaman para preguntar por él.

Cuando los familiares lo llevan a la delegación él disfruta porque puede compartir un rato con ellos.

“Algunos compañeros se preocupan por saber como está, pero en sí del Ministerio de Seguridad Pública nunca nadie ha ni llamado para ver si mi sobrino necesita algo, ni siquiera porque el accidente le pasó mientras estaba trabajando para esa institución”, expresó.

Pese a la posición del tío del policleto, Erick Calderón, director de la Fuerza Pública de San José, asegura que los compañeros y el jefe de Gerald han estado muy pendientes de él y sostiene que en ningún momento lo han abandonado.

Juicio en espera

El día del accidente Gerald volvía con varios compañeros de atender una manifestación en la Corte y cuando iba por La Sabana un carro lo pegó.

El proceso judicial del caso todavía está pendiente ya que el abogado del muchacho está esperando una nueva valoración por parte de Medicatura Forense para hacer el cálculo del monto económico que pedirán por los daños que sufrió el oficial.

De igual manera la familia espera que la revisión les permita solicitar una pensión ya que estos meses han tenido que hacer milagros para rendir la plata de la incapacidad para salir adelante.

“Mi sobrino ha sido muy fuerte y está luchado y nosotros luchamos con él para darle lo mejor y que se sienta lo más tranquilo posible en cada paso de la recuperación”, aseguró Juan José.