El comerciante Roberto Rodríguez Chaves, de 33 años, fue asesinado de varias puñaladas la mañana de este sábado en Zarcero.
La Policía sospecha que el agresor es un peón de apellido Montenegro, quien, en apariencia, se robó ¢5 millones que Rodríguez guardaba en un ropero y que eran para comprar un carro.
De acuerdo con el subdirector policial de la zona, Elder Monge, el crimen fue descubierto a las 7:30 a.m. y ocurrió en una casa cercana al rancho Ceci, en un lugar llamado Laguna.
Cuando las autoridades llegaron al lugar del ataque encontraron la vivienda muy desordenada y algunos allegados del comerciante señalaron que faltaba la plata que ahorraba Rodríguez.
Lo último que las autoridades saben de Montenegro es que abordó un taxi y huyó, probablemente, hacia Pital de San Carlos.
Mamá y peón heridos
En esta agresión también resultaron heridos Gladys Chaves Rojas, de 63 años, la mamá del fallecido, y el peón Gustavo Durán Rojas.
Ambos fueron apuñalados y llevados después de emergencia al hospital Carlos Luis Valverde Vega, de San Ramón. La mujer fue llevada poco después al Hospital México.
Un vecino de los afectados fue quien descubrió el crimen de Rodríguez porque llegó hasta la casa con la intención de pedir una escalera prestada. Él vio al muerto y a la mujer tirados fuera de la casa con mucha sangre principalmente en la cabeza; al mismo tiempo, escuchó gritos de auxilio dentro de la propiedad.
Estos últimos gritos eran de Duran, quien también estaba herido y encerrado en uno de los cuartos de la vivienda.
"Mordió la mano que le dio de comer"
La versión preliminar señala que Montenegro fue contratado por la familia para que fraguara una acera al frente de la casa. Todo indica que este trabajo sí se hizo pues las autoridades notaron el cemento fresco.
En determinado momento comenzó una discusión y se dio la agresión por parte de Montenegro.
El OIJ informó que en la propiedad encontraron un martillo, una pala y un cuchillo llenos de sangre. Se presume que fueron usados por los responsables de la agresión.
Gladys Chaves y su hijo Roberto eran los dueños de un negocio de venta de artesanías que está a un lado del Rancho Ceci y, además, tenían varias cabinas.
Al parecer Montenegro ya había trabajado con la familia, pero hacía un tiempo lo habían despedido (se desconocen las razones).
La tarde de este sábado la Fuerza Pública capturó a dos hombres como sospechosos, pero por falta de pruebas fueron puestos en libertad poco después.