Pequeña pasó cumpleaños en albergue

La pequeña Sion Rojas Umaña recordará por siempre su cumpleaños número ocho, desgraciadamente no por haber tenido una cálida fiestita, sino porque tuvo que pasar este día tan especial en un albergue debido a que una emergencia, causada por el mal tiempo, hizo que su familia tuviera que salir de su vivienda.

La familia de la niña es una de las 20 que resultaron afectadas la noche del martes por un deslizamiento que destruyó tres casas y dañó otras seis en el barrio Los Vientos de Tibás, 300 metros al oeste del estadio municipal.

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Sebastián Rojas, papá de Sión, dijo que aunque ahora su pequeña se ve muy feliz jugando con su hermanita Deborah, de 2 años, el inicio del día fue muy difícil, pues no encontraban la forma de explicarle a Sion que no podrían comprarle ni siquiera un queque para cantarle cumpleaños.

“Ella esta cumpliendo años, esta cumpliendo 8 añitos. Con tantas carreras por la tragedia yo ni me había acordado, ahorita a ella ya se le olvido un poco eso, pero sí estaba bastante triste ahora temprano, porque ella estaba esperando su queque y su fiesta”, explicó Rojas.

Mientras veía con mucha tristeza como sus chiquitas jugueteaban con muñecas entre las colchonetas del albergue habilitado en el salón comunal de Jesús Jiménez, don Sebastián dijo que haría todo lo posible porque Sion pudiera tener aunque sea una pequeña fiesta.

“Tal vez luego cuando las cosas mejoren aquí le hacemos una fiestita o algo así para que no se sienta mal”, mencionó.

Rojas explicó que cuando sucedió el deslizamiento él estaba trabajando y su esposa Daysi Umaña era quien estaba en la casa con Sion, Deborah y sus otros hijos: Saray, de 14 años; María Celeste, de 12 años y Moisés de 17 años.

“Yo estaba trabajando cuando me llamó mi esposa y me dijo que tuvieron que desalojar todo no más, entonces me fui corriendo para ver qué hacíamos, qué podíamos recoger y sacar de la casa”, dijo.

“Mi esposa me dijo que ella estaba en la casa y vio que las luces parpadeaban, luego escuchó como un estruendo fuertísimo y ahí fue que escuchó que gritaban: ‘corran, corran’ y toda la gente salió corriendo bajo la lluvia”, continuó.

Don Sebastián contó que aunque su casa no resultó afectada por el deslizamiento, las autoridades los sacaron debido a que existía el riesgo de que la tierra debajo de su casa también cediera.

Hasta el momento Rojas no sabe qué pasara con su casa, pues lo último que le dijeron es que un geólogo de la Comisión Nacional de Emergencias (CNE) evaluaría el terreno.

De momento Sion y su familia tendrán que quedarse en el albergue junto a las más de 80 personas que también tuvieron que salir de sus casitas a raíz del violento invierno.