Luego de tres años de haber superado el calvario que significaba pasar por el puente que comunica Cinco Esquinas de Tibás con Llorente, los dolores de cabeza volverán.
La madrugada de este domingo, una parte de esa estructura se cayó debido a la crecida de la quebrada Rivera y desde ese mismo día las autoridades cerraron dos de los cuatro carriles, por lo que ahorita solo hay habilitado uno para ir de San José a Tibás y otro en sentido contrario.
David Meléndez, director de emergencias del Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT), dijo que ya hablaron con el Conavi para que hagan una revisión de la obra y determinen qué hacer.
“Parte del puente cayó a la quebrada y eso hay que demolerlo porque quedó en medio del cauce y si vuelve a llover, el agua se va a desviar y el puente se va a dañar aún mas”, explicó el funcionario.
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“Esperemos que no tengamos que cerrar más carriles durante el tiempo de la reparación, que podría ser de unos dos meses”, agregó.
Carlos Cascante, alcalde de Tibás, dijo que la situación es muy preocupante y están tratando de avanzar lo más pronto posible.
“Esto es una bomba de tiempo, con cualquier aguacero la quebrada podría crecer y botar otra parte del puente, por eso preferimos cerrarlo para que los conductores y los peatones no corran riesgos”, aseguró Cascante.
El alcalde contó que un guarda del plantel municipal que está a pocos metros del puente, fue quien avisó de los daños en el puente.
Alegría pasajera
El puente fue inaugurado con bombos y platillos el 27 de octubre de 2014 luego de que el desbordamiento de una alcantarilla causara el el 2010 que el paso por el lugar colapsara por completo.
Durante los cuatro años en los que se planeó y se llevó a cabo la reparación de los daños, quienes usaban el puente tuvieron que armarse de paciencia para hacerles frente a las presas y jugársela con dos puentes bailey.
Según informaron las autoridades en ese momento, la obra tuvo un costo de ¢981 millones.