Quemados y asesinados en Escazú eran novios

"Ahí viene papi, ahí viene mami" eran las palabras que decían frecuentemente dos hermanitos de 5 y 3 años al ver que un carro se acercaba a la casa.

Pero estos niños nunca volverán a ver a sus papás. El OIJ confirmó que la pareja es la que apareció asesinada y carbonizada en Escazú dentro de la cajuela de un carro.

Gracias a los exámenes de ADN fueron identificados como María Fernanda Román Campos, de 21 años, y Kevin Osvaldo Barrantes Sánchez, de 23 años. Ambos eran de Hatillo, San José.

El macabro hallazgo de la pareja ocurrió en la madrugada del sábado 18 de marzo y fue en la urbanización Los Pinares, cerca de Bello Horizonte.  

Las autoridades señalaron que Kevin tenía antecedentes por una supuesta violación, pero María Fernanda no los tenía.

Los forenses continúan analizando los resultados de las autopsia para determinar si los quemaron vivos o si primero fueron asesinados.

Pirata y ama de casa

La mamá de Kevin, vecina de Hatillo y quien prefirió no revelar su nombre, dijo este viernes en la mañana que la situación los destrozó y que se les partía el corazón cuando escuchaba a los niños preguntar por sus papitos.

"Al ver que ellos (su hijo y nuera) nunca regresaron a recoger a los chiquitos supimos que eran las víctimas. A mis nietos les dijimos que los papás están en el cielo, no les dijimos la forma en la que fueron asesinados", expresó. 

Las familias de la pareja estuvieron en medio de la incertidumbre desde hace más de un mes. Fue el miércoles anterior cuando los llamaron del Complejo de Ciencias Forenses para confirmarles lo que ya presentían. 

"Nunca les conocimos problemas a mi hijo ni a ella. Él trabajaba como pirata y ella era ama de casa, a veces la buscaban para que cuidara a otros niños y así era como se ganaba una platilla para ayudar con los gastos", dijo la mamá de Kevin. 

La señora agregó que hacía poco la pareja se había pasado a vivir a Escazú, cerca del lugar donde fueron hallados sin vida. 

"Nunca los pude ir a visitar, tenían poco de estar en esa zona. El día que los mataron los niños estaban conmigo porque les encantaba pasar con nosotros", señaló. 

La señora sostuvo que ahora es ella quien tiene la custodia de las criaturas, pero comparte obligaciones con los papás de María Fernanda. 

"Todo lo dejamos a la justicia divina. No sabemos por qué les hicieron esto y tampoco lo queremos saber. No deseamos saber nada de la investigación, todo se lo hemos dejado a Dios", afirmó. 

"Yo tengo un pequeño bazar y con eso nos ayudamos. Yo les enseñé a mi hijos a ganarse la vida de esa manera, aunque a veces cueste mucho (...). La verdad no sabemos cuál fue el motivo de esto (el crimen) y no queremos saber nada. Ya sepultamos a nuestros muchachos y ahora solo nos vamos a preocupar por los nietos", mencionó. 

El carro en el que apareció la pareja estaba inscrito a nombre de María Fernanda y dentro de este hallaron cuatro casquillos de una pistola 9 milímetros.

“Consideramos  que a la pareja la ajusticiaron en el lugar y para tratar de borrar evidencias quemaron el carro”, explicó en marzo Álvaro González, jefe de Homicidios del OIJ.

Enterrados aparte

Los restos de Kevin fueron retirados de la morgue este jueves y el mismo día lo sepultaron en el cementerio Obrero, en San José. El cuerpo de María Fernanda fue retirado este viernes a las 9 a. m. y será enterrada en el cementerio Calvo, muy cerca del Obrero.

"Mi ilusión era que quedaran en la misma tumba, pero no se pudo. Estamos agradecidos con la comunidad porque fue la que nos ayudó con los gastos de este funeral", concluyó la mamá de Kevin. 

A pesar de que la familia no quiere saber nada de este caso, el OIJ lo mantiene abierto para tratar de dar con los responsables.