Como todo papá amoroso, Leopoldo Cárdenas no aguantó ver que su hijo Justin, de solo siete años, estaba preocupado por perderse los desfiles del 15 de setiembre.
El sueño del chiquito era ir con sus compañeritos de escuela a las actividades de la Independencia, pero un terraplén tapó el acceso a la casa, donde se quedó el uniforme con el que participaría en las fiestas patrias de este viernes.
“Yo me arriesgué a entrar a la casa luego del terraplén, tuve que meterme para sacar el uniforme de mi hijo, para que pudiera ir hoy (viernes) a los desfiles de la escuela José Cubero, a la que él asiste”, expresó.
Cárdenas y su familia forman parte de las 24 personas que se vieron afectadas la tarde de ese miércoles por un deslizamiento, que llenó de tierra la entrada a cinco humildes viviendas en la Managuita, en Mata de Plátano de Goicoechea.
La familia tuvo que buscar refugio en la casa de un pariente.
Leopoldo explicó que el más afectado de todos fue su pequeño Justin, quien no pudo ir al desfile de faroles debido al miedo que le dio por el deslizamiento.
Corazón roto
Esta valerosa acción hizo que Leopoldo se convirtiera en el superhéroe de su hijo; sin embargo, esta historia también tuvo su capitulo triste para Cárdenas.
El papá explicó que no pudo ver a su hijo disfrutando de las fiestas patrias, ya que se quedó cuidando que a su casa no le pasara nada y evitando que algún bicho se aprovechara de la evacuación.
“Él sí fue a los desfiles con la mamá, yo no pude ir, porque tuve que quedarme cuidando la casita y ayudando a cortar unos árboles y quitar un poco la tierra”, dijo.
“Yo quería estar ahí con mi hijo y acompañarlo, pero no se pudo. Se me partió el corazón por no estar ahí con él, pero tenía quedarme aquí por cualquier cosa”, continuó Leopoldo.
A pesar de su ausencia, dijo sentirse feliz de que su hijo sí pudiera ver los desfiles, ya que para él hubiera sido peor que Justin no participara de las celebraciones.
Temor de volver
Los afectados comentaron que un geólogo de la Comisión Nacional de Emergencias se hizo presente al lugar para analizar el terreno y determinar si existía algún riesgo de que las personas retornaran a sus casas.
Noreida Laguna, quien es una de las afectadas, explicó que el especialista dijo que el terreno era de bajo riesgo; sin embargo, eso no le da la tranquilidad para volver ahí con sus 5 hijos de 12, 11, 9, 6 y 3 años.
“Yo tengo 5 niños y nosotros no vamos a volver a esa casa, porque no nos sentimos seguros, voy a tener que buscar otra casita de alquiler”, dijo.
Laguna indicó que tanto ella como los pequeños tienen mucho miedo de que las lluvias causen una tragedia peor, por lo que prefieren quedarse en el albergue que se habilitó en la iglesia Torre Fuerte, hasta que encuentren otra casita.
“Uno de mis hijos lloró mucho, el otro estaba con mucho dolor de estómago, seguro por la angustia, yo he estado muy afectada pensando en qué le hubiera pasado a ellos si hubieran estado jugando por ahí”, añadió.
Grettel y Giovanni Sánchez, dueños del terreno donde se encuentran las casas, dijeron que estaban esperando recibir el informe de la CNE para usar un tractor pequeño y restablecer el paso hacia las viviendas, ya que no había ningún riesgo en el lugar.