Sucesos

(Video) Máquina hechiza de asfalto explotó y decapitó a muchachito

El joven estaba encendiendo la tanqueta cuando ocurrió la tragedia

EscucharEscuchar

Un muchacho de solo 17 años, de nombre Jaffette Parra Martínez, murió decapitado debido a una explosión, mientras trabajaba recarpeteando una calle.

El doloroso hecho se dio este lunes a eso de las 7 de la mañana, en San Rafael de Alajuela, frente a la estación del Ferrocarril y ante a la mirada de sus compañeros de trabajo y de las personas que pasaban por el lugar.

Según informó Héctor Chaves, director del Cuerpo de Bomberos, el joven estaba manipulando una máquina hechiza para mezclar asfalto cuando ocurrió una tragedia.

“Estas máquinas se usan para calentar el asfalto y hacerlo más líquido y por lo general tienen un termostato para regular la temperatura y una válvula de alivio para liberar presión, pero esta, como era hechiza, no tenía nada de eso”, explicó el jerarca.

“También nos informaron que esta máquina funcionaba a base de gas, pero estaba mala, entonces para encenderla los trabajadores amarraban un trapo en un palo, lo encendían y con eso prendían la máquina. Definitivamente hubo mucha negligencia y algunos de los factores de riesgo causó la explosión que lamentablemente dejó a una persona fallecida”, agregó Chaves.

Bryan Ramos, miembro de la estación de Bomberos de Belén, contó que en principio ellos recibieron el reporte de un cortocircuito y al llegar se llevaron una terrible sorpresa.

“La empresa Hernán Solís está haciendo unos trabajos de reparación en una calle y uno de los trabajadores llegó a encender una tanqueta y en ese momento se dio una explosión. Eso hizo que se desprendiera una de las tapas del contenedor a gran velocidad y le causara la muerte debido a que lo decapitó”, agregó el rescatista.

“Fue un hecho muy lamentable, la tapa salió con tanta fuerza que cayó en una bodega a unos 75 metros de donde se dio la explosión. La cabeza del trabajador también salió expulsada y cayó en un techo a unos 50 metros”, relató Héctor Chaves.

La tapa también dañó varios cables primarios, lo que dejó sin electricidad a la gente de San Rafael. Este lunes, a las 2 p. m., los encargados estaban apenas empezando a reparar los daños eléctricos.

Esteban Madrigal trabaja en el lubricentro El Rincón, que queda a escasos 25 metros de donde se dio la tragedia. Madrigal contó que fue muy duro salir del local y ver al muchachito fallecido.

“Oímos un bombazo y luego vimos un chispero, cuando salimos a ver qué pasaba vimos el cuerpo del muchacho tirado en la calle, fue algo demasiado fuerte”, aseguró Madrigal.

Por su parte, David Arrollo, quien también trabaja en el lubricentro, dijo que se siente muy afectado, porque en los últimos días estuvo viendo trabajar a la víctima.

Muerte llegó al trabajo

“Como han estado trabajando aquí uno se acostumbró a verlos y hasta hemos estado hablando con ellos. El sábado, nosotros fuimos a comprar unas Coca Colas y las estuvimos compartiendo con el muchacho que murió hoy y los compañeros de él, porque hacía calor.

“Fue muy difícil ver sufrir a los muchachos que vieron morir al compañero. Si uno que no lo conocía mucho se siente mal, imagínese ellos que lo veían todos los días”, relató dolido el trabajador.

Los agentes del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) llegaron al lugar y cerraron el paso durante varias horas, ya que la recolección de toda la evidencia fue bastante complicada.

La Teja trató de contactar a algún encargado de la empresa constructora Hernán Solís; sin embargo, la trabajadora Magally Campos comentó que los únicos que podían referirse al tema eran los altos jerarcas y que ellos no estaban disponibles.

En beneficio de la transparencia y para evitar distorsiones del debate público por medios informáticos o aprovechando el anonimato, la sección de comentarios está reservada para nuestros suscriptores para comentar sobre el contenido de los artículos, no sobre los autores. El nombre completo y número de cédula del suscriptor aparecerá automáticamente con el comentario.