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Las palomitas de maíz nos acompañan desde el tiempo de nuestros indígenas

Cuando Cristóbal Colón descubrió América se sorprendió por unos collares que le regalaban los nativos, los cuales estaban hechos de palomitas de maíz

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PopCorn USA

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Las palomitas de maíz que tanto nos gustan tienen un origen milenario (se habla de 5.000 años antes de Cristo), incluso, mucho antes del descubrimiento de América por parte de los españoles, ya nuestros indígenas disfrutaban comiendo este manjar de la naturaleza.

Todos los 19 de enero se celebra el Día Mundial de la Palomita de Maíz, es por eso que hoy vamos a hablar de los orígenes, el matrimonio con el cine y los beneficios alimenticios de este antiguo manjar.

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Hay registros históricos que cuentan que cuando en 1492 Cristóbal Colón descubrió América, los nativos americanos, los indígenas, les dieron la bienvenida con unos collares que para los españoles eran muy raros porque estaban hechos de algo que ellos no conocían, que nunca habían visto, palomitas de maíz.

Charles Cretors, un norteamericano que se distinguía por ser muy bueno para inventar máquinas, fue el primero, en 1885, que creó una máquina para hacer palomitas a base de aire caliente

También está documentado que cuando, por ejemplo, Hernán Cortés entró al corazón de México, se quedó bien sorprendido porque los sacerdotes aztecas usaban amuletos que estaban adornados con palomitas de maíz.

El maíz es nativo de América. Fue de los primeros granos que sembró el hombre junto con la cebada y el trigo. Se puede asegurar que el maíz tiene más de seis mil años de cultivarse y comerse en este continente y, de igual forma, desde los indígenas, se sabe que tenían muchísimas formas de cocinarlo.

Nuestros indígenas se volvieron bien expertos en palomitas tanto así que entendían muy bien que no todos los granos de maíz revientan con el calor.

Identificaron que para que un grano de maíz reviente con el calor el asunto tiene que ver con la cantidad de agua en el grano, la cual debe andar en un 15% para que se evapore esa agua y así pueda pasar el grano de maíz a esa sabrosura blanca suavecita que todos conocemos como palomita. De hecho, los indígenas tenían la creencia de que el maíz reventaba porque tenía espíritus enojados adentro.

La ciencia, por medio de la arqueología, ha confirmado en excavaciones en tumbas indígenas de miles de años la presencia restos de palomitas de maíz que fueron usadas como adornos para un fallecido.

La primera máquina

Estados Unidos siempre amó las palomitas, por eso no es raro confirmar que fue en ese país donde se fabricó la primera máquina para hacerlas.

Charles Cretors, un norteamericano que se distinguía por ser muy bueno para inventar máquinas, fue el primero, en 1885, que creó una para hacer palomitas a base de aire caliente que a su vez calentaba el maíz y lo hacía explotar.

Este inventor no se quedó quedito y se fue por diferentes pueblos estadounidenses mostrando su creación y la gente al probar las palomitas se enamoraba del sabor y poco a poco las máquinas de Cretors se volvieron populares y de la misma forma las palomitas en ferias y todo tipo de espectáculos. Las palomitas para microondas fueron inventadas por Perry Spencer en 1945.

Las reinas del cine

Está más que claro que cuando nació el cine mudo, a inicios del siglo XIX (en 1894), ya las palomitas de maíz existían. En aquellos años de finales de 1.800 estaba prohibido entrar al cine con alimentos, era algo muy mal visto por los platudos de la época que eran los que en su mayoría llenaban las salas de cine.

Al llegar 1927 comenzó un tremendo cambio en el cine porque las películas comenzaron a tener sonido y eso volvió al cine muy popular. Al inicio las películas eran pequeñas, por eso en una sola tanda pasaban varias seguidas,; sin embargo, entre una y otra la gente esperaba mucho tiempo y comenzaba a sentir hambre; y eso provocó que las salas de cine dieran su aprobación para el ingreso de alimentos.

Para calmar el hambre de la gente se comenzaron a poner vendedores de chocolates, dulces y maní en las afueras de los cines, pero una mujer, Julia Braden, en 1930, fue la primera que solicitó un permiso especial para poner su puesto de palomitas a la salida del cine.

Esa tremenda idea de Julia tuvo tal éxito que por varias ciudades de Estados Unidos se comenzaron a poner puestos de palomitas a las salidas de los cines. Como se preparaban muy rápido y eran baratas, las palomitas pronto se ganaron el corazón de los amantes del cine quienes comenzaron a pedirlas cada vez con más fuerza, incluso los dueños de las salas dejaron de dar permisos para los que vendían afuera y pusieron sus propios puestos.

Para 1929, Estados Unidos cayó en una gran depresión económica y eso provocó, entre otros males, que el azúcar fuese difícil y muy cara de conseguir, provocando una disminución en la producción de dulces.

El maíz no se vio afectado porque había muchísimo por esos años y así fue como las palomitas comenzaron a ganarse a la gente que iba a los cines por su sabor tan rico y su precio tan barato. Para 1940 ya prácticamente no había una sola sala de cine en Estados Unidos que no tuviese su propia venta de palomitas a la entrada. A partir de ahí el cine y las palomitas se convirtieron en una pareja inseparable.

Tremendo alimento

La nutricionista Alejandra Irola, vocera del Colegio de Profesionales en Nutrición, nos confirma que, además de ser perfectas para ver una buena peli, las palomitas de maíz son excelentes por su alto contenido de fibra y gran poder antioxidante.

“Son una excelente opción para incluirlas como merienda en las mañanas ahora que nuestros niños están en vacaciones. Uno de los beneficios que tiene es que nos da saciedad y, además, quita el antojo de comer más cosas de picar. Al usarlas como merienda se deben acompañar con agua que también es muy saludable”, explica la nutricionista.

Las palomtias son ricas en minerales y vitaminas. Son ricas en vitaminas A, las del grupo B, así como vitaminas C, D, E y K, además, tienen hierro, proteínas, calcio, potasio, yodo, zinc, carbohidratos, magnesio, sodio y fósforo.

Como tiene mucha fibra, ayudan a la digestión y a regular el tránsito intestinal, previniendo males como el estreñimiento. La fibra también colabora para bajar los niveles de colesterol, lo que ayuda a reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares. La fibra también baja la liberación de grelina, la hormona del hambre, por eso uno al comer palomitas se llena bastante rápido.

Además, tienen polifenoles que son de los antioxidantes más poderosos que existen y su función es limpiar el organismo y cuidarlo del daño de los radicales libres, también estos antioxidantes reducen los signos de envejecimiento al reducir la presencia de arrugas y manchas en la piel.

Es ideal para los diabéticos porque ayudan a regular los niveles de azúcar en la sangre. Eso sí, hablamos de las que se comen sin nada de dulces ni mantequillas.

El aporte de minerales ayuda a relajar los músculos y por eso se recomiendan después de hacer ejercicios.

Receta

Les dejamos aquí una receta para que haga palomitas de maíz de forma diferente, en esta ocasión, con limón y sal:

Las palomitas de maíz se pueden hacer con chile y limón

Ingredientes

4 tazas de palomitas de maíz

1 cucharadita de levadura en polvo

1 cucharadita de jugo de limón

½ cucharadita de chile en polvo

¼ de cucharadita de sal

Preparación

Precaliente del horno a 300º.

Rocié las palomitas con la levadura en polvo, jugo de limón, chile en polvo y la sal.

Caliente por aproximadamente 7 min, revuelva ligeramente y sirva calientes.

Para

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Eduardo Vega

Eduardo Vega

Periodista desde 1994. Bachiller en Análisis de Sistemas de la Universidad Federada y egresado del posgrado en Comunicación de la UCR. Periodista del Año de La Teja en el 2017. Cubrió la Copa del Mundo Sub-20 de la FIFA en el 2001 en Argentina; la Copa del Mundo Mayor de la FIFA del 2010 en Sudáfrica; Copa de Oro en el 2007.