El francés Hervé Renard se enorgulleció de ser el seleccionador de Arabia Saudita, "un gran país de fútbol", en el Mundial-2022, en una reciente entrevista a la AFP, realizada hace unas semanas durante la puesta a punto del equipo para la cita catarí. Su debut será el martes frente a Argentina en Lusail.
A sus 54 años, lleva desde 2019 dirigiendo al equipo saudita, al que llegó tras su experiencia al frente de clubes franceses (Lille y Sochaux, principalmente) y de varias selecciones africanas (Marruecos, Costa de Marfil, Zambia, Angola).
Pregunta: Tras dirigir a varios equipos africanos, ¿cómo de diferente es llevar las riendas de una selección como Arabia Saudita?
Repuesta: "Es diferente, pero el trabajo en sí es el mismo, la calidad de los jugadores es importante aquí. Para conseguir grandes resultados en un torneo tienes que ser muy fuerte colectivamente, sobre con los rivales contra los que vamos a jugar (en Catar-2022). Tenemos un grupo difícil (el C, con Argentina, México, Polonia), pero confiamos en nosotros mismos. Como en las diferentes selecciones que he dirigido, los jugadores están acostumbrados a tener objetivos bastante altos, la mayor parte de ellos juegan la Liga de Campeones de Asia (...) Mis jugadores ya tienen presión en sus clubes. El Al Hilal de Riad ha ganado dos veces la Champions asiática en los tres últimos años, eso prueba su nivel, aunque en ese club haya jugadores extranjeros. Tenemos jugadores que rinden, ahora se trata de estar colectivamente a punto para el 22 de noviembre (día del debut ante Argentina)".
P: ¿Cómo es su vida en Arabia Saudita?
R: "Muy bien, vivo en Riad desde hace tres años. He renovado para un contrato largo (hasta 2027). Renové porque tengo buenas condiciones. La Federación, no tengo miedo a decirlo, fue excepcional conmigo en estos tres años. Va a hacer progresar el fútbol saudita. Después, conmigo o sin mí, ya no es la cuestión. Están yendo en la buena dirección".
P: En las eliminatorias mundialistas, Arabia Saudita ganó todos sus partidos en casa...
R: "En Riad y en Yedá, donde la capacidad del estadio es de 60.000 espectadores, recibimos un apoyo enorme. El ambiente es muy bonito también para los clubes. Arabia Saudita, aunque se conozca poco en Europa, es un gran país de fútbol y hay una manera algo simplista de decir que es únicamente una cuestión de dinero. Sí, hay medios, pero es un país de fútbol y no es algo reciente. Es un país de treinta millones de habitantes, que no tiene nada que ver con sus vecinos de Oriente Medio (...) Aquí todos los jugadores han nacido en Arabia Saudita, no hay nacionalizaciones".
P: ¿Cuáles son sus mejores jugadores para este Mundial?
R: "Doy siempre más importancia al colectivo, pero si se quiere destacar a jugadores se pueden citar dos grandes individualidades. Salma Al Farajh, el capitán de este equipo y del Al Hilal, tiene un perfil como el que tenía Thiago Motta, con un pie izquierdo con una técnica excepcional. Es nuestro metrónomo. Y el extremo Salem Al Dawsari, un jugador ofensivo también del Al Hilal, capaz de marcar la diferencia".
P: ¿Cómo ve por ejemplo sus dos primeros partidos, contra la Argentina de Lionel Messi y la Polonia de Robert Lewandowski, dos grandísimos goleadores?
R: "¡Es maravilloso! Cuando tienes este trabajo tienes ganas de jugar contra los mejores. Aunque sea difícil, esta es la belleza del deporte. Todo es posible".
P: ¿El objetivo para Arabia Saudita sería pasar a octavos de final, como logró en su primera participación mundialista en 1994?
R: No. Nos recibió el príncipe (Mohammed Ben Salman), nos felicitó por la clasificación al Mundial y nos dijo que no había ninguna presión, que debíamos mostrar una imagen linda del fútbol saudita. Creo que (...) hay una comunicación perfecta y realista. Eso no quiere decir que nos vayamos a autolimitar, al contrario, trabajamos para conseguir algo lindo".
P: Viviendo en la región, ¿qué piensa de las polémicas que rodean este Mundial de Catar?
R: "Quiero que se den lecciones, pero espero que todos los que hacen comentarios sean perfectos en sus vidas, que no compren camisetas fabricadas en países donde los trabajadores tienen menos derechos. El punto positivo de estos comentarios es que (el emir) Tamim de Catar dice que va a aprovechar las críticas para avanzar y la exposición al mundo va a permitirlo también. Yo, que he pasado tiempo en estos países, creo que no debemos pintar de negro el cuadro. Está bien mencionar los derechos humanos, es verdad, pero este país (Catar) va a aprovechar (el Mundial) para ser mejor".
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