Sardar Azmoun, apodado en su país el "Messi iraní", no es solamente el principal valor en el ataque del equipo Melli, sino que ha adquirido una nueva envergadura al desafiar a las autoridades con su apoyo manifiesto a la revuelta que tiene lugar en Irán.
A pesar de que el atacante del Bayer Leverkusen (27 años), tocado en la pantorrilla derecha justo antes del Mundial, no llega en una forma física óptima, parece que seguirá captando todas las miradas desde la entrada en liza de Irán contra Inglaterra, el lunes en Doha (Grupo B).
Porque más allá de lo deportivo, el nativo de Gonbad-e Qabous, en el nordeste del país, ha dado que hablar por su compromiso político y su toma de posición desde el inicio de las manifestaciones provocadas por la muerte el 16 de septiembre de la joven Mahsa Amini (22 años) después de su arresto por la policía tras haber infringido el estricto código vestimentario de la República islámica.
Varios días más tarde, Azmoun publicó un mensaje en Instagram para denunciar la represión del movimiento llevada a cabo por las autoridades, que ha provocado al menos 378 muertos según el balance publicado el sábado por la ONG Iran Human Rights (IHR), con sede en Noruega.
"Esto no podrá ser borrado de nuestra mente. Debería daros vergüenza. Han dejado un dolor en el corazón de la nación que la historia no olvidará jamás", escribió, siendo imitado después por varios de sus compañeros en el seno del equipo nacional.
Una toma de posición osada y arriesgada que conllevó a su cierre momentáneo de su cuenta de Instagram, que siguen cerca de cinco millones de personas. Algo que no desalentó al jugador, que no ha cesado desde entonces de defender a los manifestantes en redes sociales.
Un compromiso elogiado en Alemania, país en el que compite. "Es un inmenso modelo por todo su compromiso, su comportamiento. Ahora nos toca a nosotros acogerlo bajo nuestras alas y acompañarlo en esta situación difícil", explicó Gerardo Seoane, entrenador del Bayer en el momento de esa primera polémica.
El caso de Azmoun llamó tanto la atención que el rumor de su no convocatoria al Mundial de Catar bajo la presión de la Federación Iraní de fútbol comenzó a inflarse tras la anulación en el último momento de la rueda de prensa del entrenador Carlos Queiroz para anunciar la lista de jugadores convocados a la Copa del Mundo, prevista inicialmente el 13 de noviembre. El técnico portugués reveló finalmente la lista en la que sí estaba su delantero rebelde.
Queda por conocer en qué estado disputará el Mundial el exatacante del Zenit de San Petersburgo (2019-2022), con pasado también en el Rubin Kazan y en el Rostov en Rusia. Víctima de un desgarro muscular en la pantorrilla derecha el seis de octubre, durante el calentamiento previo al partido contra el Oporto en Liga de Campeones, Azmoun no ha vuelto a competir y debería estar falto de ritmo el lunes contra Inglaterra.
El rendimiento reciente del jugador desde su llegada al Bayer el pasado mes de enero tampoco juega en su favor. Después de sus impresionantes cifras con el Zenit (73 goles en 118 partidos), solo ha visto portería en 2 ocasiones tras 26 partidos con el conjunto alemán entre todas las competiciones, justo cuando su equipo más necesita su olfato (12º clasificado en Bundesliga). Pero poco importan las cifras para aquel que se ha convertido a su manera en un símbolo de la oposición.
Pero incluso si su rendimiento deportivo sigue sin mejorar, Azmoun seguirá siendo el centro de las miradas, convertido a su manera en un símbolo de la oposición al régimen de la República islámica.
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