El tenista argentino Diego Schwartzman (N.15) se convirtió en el primer tenista masculino clasificado para los octavos de final de Roland Garros tras vencer este viernes al búlgaro Grigor Dimitrov (N.21), por 6-3, 6-1 y 6-2 en 2h15 de partido.
En octavos, Schwartzman se enfrentará al serbio Novak Djokovic, derrotó fácilmente al esloveno Aljaz Bedene (N.195) por 6-3, 6-3 y 6-2, y se clasificó sin perder un set en los primeros tres partidos.
El 'Peque' basó su triunfo en un primer servicio muy efectivo, que le permitió ganar el 70% de los puntos con su primer saque (por solo un 51% del búlgaro) y en un mejor resto (69% de los puntos ganados con el segundo servicio del búlgaro y el 49% con el primero).
Schwartzman, además, minimizó los errores no forzados, todo lo contrario que Dimitrov, que falló en exceso (20 por 59), también en los momentos clave, ya que solo aprovechó 2 de los nueve 'break points' de que dispuso, mientras que el argentino lo hizo en 8 de 20.
Ya en el primer set, Schwartzman acertó a romperle tres veces el servicio a Dimitrov, una ventaja considerable como para no aprovecharlo para ganar el parcial (6-3), pese a tratarse de un partido en tierra.
Más claro aún fue el segundo parcial, en el que el argentino no dio una sola oportunidad de quiebre a su rival y aprovechó las dos que tuvo él para cerrar el set en un claro 6-1.
Con el partido encarrilado, Schwartzman tuvo un pequeño momento de relajación, que Dimitrov aprovechó para hacer el 'break' en el segundo juego, pero el argentino reaccionó rápido y cerró el partido con seis juegos consecutivos.
"He hecho un gran partido. Me han beneficiado las condiciones de la pista, muy lenta, y he sentido bien la pelota", explicó el 'Peque' en la entrevista a pie de pista.
"Prácticamente no cometí errores en tres sets contra un jugador contra el que tienes que ser agresivo", añadió después en conferencia de prensa.
Schwartzman reveló también que en los últimos dos días había estudiado mucho el juego de Dimitrov, un rival que le había ganado en sus tres últimos duelos directos, el último en el Masters 1000 de Madrid hace unas semanas (6-0 y 6-3): "Me ganó muy fácil, pero ayer estudié con mi entrenador qué podía mejorar".
"En Madrid hay mucha altura para jugar al tenis y eso hace que la pelota vaya más rápido, pique más alto, sea más difícil controlar y eso cuando él tiene un día fino se hace muy complicado", añadió en conferencia de prensa.
El último argentino superviviente en Roland Garros, semifinalista en París en 2020 y cuartofinalista en 2018 y 2021, se mostró muy contento de volver a jugar con una cancha llena tras los dos años de pandemia.
"Amo París, una de la mejores ciudades del mundo y siempre estoy muy feliz de regresar, aunque ya no sé ni las veces que he perdido acá contra 'Rafa'" Nadal, su verdugo en aquella semifinal y en los dos cuartos de final.
Preguntado por la posibilidad de tener que enfrentarse a Djokovic en octavos, Schwartzman respondió (antes del triunfo del serbio): "Vamos a ver si gana (risas). Jugamos una vez aquí y perdí en cinco sets, por lo que tengo confianza y sé que puedo ganar".
"Si juego contra él tendré que sacar más fuerte, a las líneas, porque él es uno de los mejores devolvedores del mundo; moverle en la cancha y aprovechar cualquier momento en el que él pueda bajar el nivel. Cualquier chance hay que tomarla sino las cosas se vuelven muy complicadas", detalló en la sala de prensa.
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