El puerto ucraniano de Mariúpol, asediado por las tropas rusas desde principios de marzo, sigue siendo escenario de combates callejeros, dijo el martes el gobernador de la región en una entrevista con CNN.
"Hay combates en Mariúpol. Se trata de combates callejeros y no sólo con armas ligeras, sino también con tanques en las calles", declaró Pavlo Kyrylenko, gobernador de la región de Donetsk.
Esta información no ha podido ser corroborada por una fuente independiente.
Las zonas donde se concentran los combatientes ucranianos -empezando por la zona del complejo metalúrgico de Azovstal- "están sometidas a un intenso bombardeo, pero las defensas resisten", continuó.
"Hay algunos barrios donde continúan los enfrentamientos callejeros", añadió, sin dar más detalles. "No podemos decir que los rusos los controlan".
La semana pasada, el ministerio de Defensa ruso dijo que unos 1.000 soldados ucranianos se habían rendido en Mariúpol. Pero varios centenares más, según los separatistas prorrusos, siguen atrincherados en la enorme fábrica de Azovstal, donde oponen una feroz resistencia.
"Al menos 1.000 civiles, en su mayoría mujeres, niños y ancianos, se encuentran también en los refugios subterráneos de la fábrica, según informó el martes el ayuntamiento de Mariúpol en Telegram.
Rusia llamó el martes al ejército ucraniano a que "deponga las armas" y a quienes siguen en Mariúpol a que cesen su "resistencia sin sentido", 24 horas después de haberles dado un ultimátum que no fue atendido.
La toma de Mariúpol permitiría a los rusos consolidar sus ganancias territoriales costeras a lo largo del Mar de Azov, uniendo la región de Donbás, controlada en parte por los separatistas prorrusos, con Crimea, que Moscú se anexionó en 2014.
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