Sudán del Sur, que este viernes recibirá la visita del papa Francisco, es uno de los países más pobres del mundo pese a su riqueza petrolera y enfrenta periódicos brotes de violencia ycatástrofes climáticas.
El 9 de enero de 2005, las autoridades sudanesas firman un acuerdo de paz con los rebeldes del sur, tras décadas de guerra civil (1959-1972 y 1983-2005) que dejaron millones de muertos.
El 9 de julio de 2011, Sudán del Sur proclama su independencia, seis meses después de que los habitantes se pronunciaran en referéndum a favor de la secesión.
El país, enclavado, es fronterizo con Sudán, Etiopía, Kenia, Uganda, la República Democrática del Congo y la República Centroafricana.
Con una superficie de 589.745 km2, abarca casi una cuarta parte del antiguo Sudán. Norte y Sur continúan disputándose la provincia de Abyei, rica en petróleo.
Sudán del Sur es mayoritariamente cristiano.
Dos años después de su independencia, Sudán del Sur se vio sumido en una guerra civil que dejó cerca de 400.000 muertos y millones de desplazados.
Los combates estallaron en la capital, Juba, el 15 de diciembre de 2013, entre unidades rivales del ejército por diferencias político-étnicas.
El conflicto terminó oficialmente con un acuerdo de paz en septiembre de 2018, pero las tensiones persisten.
La mayor parte de la población vive en la miseria. Desde 2013, 4,5 millones de personas tuvieron que dejar sus hogares, según la ONU, a causa de la violencia, las sequías y las inundaciones.
En 2017, se declaró la hambruna en dos condados.
Alrededor de un millón de personas se han visto afectadas por las inundaciones desde julio de 2022, según la ONU.
En el primer semestre de 2023, más de 7,7 millones de personas podrían sufrir inseguridad alimentaria aguda, un récord, alertaron tres agencias de la ONU (FAO, Unicef y PMA).
El país ocupa la última posición (191) en el Índice de Desarrollo Humano (IDH) del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
Sudán del Sur tiene una de las tasas de alfabetización más bajas del mundo (35% en 2018, según el Banco Mundial).
La economía sursudanesa, basada en el petróleo y la agricultura, sufre los impactos de las turbulencias climáticas, de los mercados petroleros y de los conflictos.
El crecimiento, lastrado últimamente por las inundaciones, la langosta y la pandemia de covid-19, "debería rebotar al [...] 6,5% en 2023 gracias al alza de los ingresos de la exportación de petróleo", indicó el Banco Africano de Desarrollo (BAD).
El sector petrolero es responsable de casi la totalidad de las exportaciones y del 90% de los ingresos nacionales, según el Banco Mundial, pero buena parte de estos son desviados.
Según la oenegé Transparencia Internacional, Sudán del Sur es el país del mundo más afectado por la corrupción.
La economía también sufre una inflación galopante.
Sudán del Sur alberga una fauna variada (antílopes, elefantes, búfalos y las muy raras jirafas nubias), maltratada por la guerra civil y la caza furtiva, pero que podría contribuir a impulsar el turismo.
El país tiene el mayor ecosistema de sabana de África del este, que favorece una de las migraciones estacionales de animales más importantes del mundo.
En las Marismas del Sur, la mayor zona pantanosa del mundo (57.000 km2), viven innumerables aves, entre inmensas extensiones de papiros y plantas acuáticas.
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