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Xiomara Castro asume el poder en Honduras en medio de una crisis política

Xiomara Castro asume en un ambiente revuelto, con su liderazgo puesto a prueba por un grupo de diputados rebeldes que amenazan sus planes.

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La izquierdista Xiomara Castro se convertirá este jueves 27 de enero en la primera mujer en gobernar Honduras.

Llega al poder en un ambiente revuelto, con su liderazgo puesto a prueba por un grupo de diputados rebeldes que amenazan sus planes.

Castro, de 62 años, esposa del derrocado presidente Manuel Zelaya, ganó las elecciones del 28 noviembre con una coalición liderada por su partido, Libertad y Refundación (Libre), derrotando al derechista Partido Nacional, del mandatario saliente Juan Orlando Hernández.

Bajo la propuesta de un “socialismo democrático”, Castro plantea profundos cambios en un país donde el 71% de sus casi 10 millones de habitantes viven en la pobreza, según el Foro Social de la Deuda Externa y Desarrollo de Honduras (Fosdeh).

“Cuatro de cada diez habitantes (vive) sin recursos siquiera para adquirir un plato de comida al día”, explicó Fosdeh en un informe.

También hay una elevada tasa de homicidios de casi 40 por cada 100.000 habitantes, generada por carteles de drogas y pandillas. A ello se suman los fenómenos climáticos, intensificados por el calentamiento global, provocan enormes daños.

Todos estos problemas causan que muchas personas salgan hacia Estados Unidos en busca de empleo.

Para atender esos problemas, la mandataria necesitará del apoyo del Parlamento, que incluso antes de su asunción se muestra contrario. Aunque el analista Víctor Meza, exdirector de la ONG Centro de Documentación (Cedoh) y exministro de Zelaya, cree que lo recuperará.

"Creo que Xiomara (...) va a tener un Congreso leal, que la va a acompañar porque requiere un Congreso fuerte para recuperar la institucionalidad, el Estado de Derecho", destacó Meza.

La crisis inició el viernes, cuando un grupo de legisladores de Libre desestimó la propuesta de la presidenta electa de nombrar como jefe del Congreso a Luis Redondo, de la agrupación aliada Partido Salvador de Honduras (PSH), cuyo apoyo fue clave para que Castro ganara las elecciones a cambio de nombrar al ahora exaspirante presidencial de esa formación, Salvador Nasralla, como vicepresidente.

Pero una veintena de legisladores rebeldes de Libre decidió respaldar a Jorge Cálix al frente del Parlamento, cuya candidatura contó el apoyo del PN y otros grupos opositores a Castro, en una sesión realizada en medio de gritos y golpes.

El domingo Redondo fue elegido en el recinto del Parlamento, pero con una mayoría de legisladores suplentes, mientras que Cálix lo hizo con 79 de 128 diputados titulares, en un club campestre.

Libre expulsó a los rebeldes.

EE. UU. apoya

Todo esto se dio bajo la atenta mirada de Estados Unidos, que ya ha mostrado su apoyo a Castro al más alto nivel. La propia vicepresidenta Kamala Harris estará presente en la toma de posesión, que tendrá lugar en el Estadio Nacional de Tegucigalpa.

“Mantengan la calma, participen en el diálogo, (absténganse) de la violencia”, dijo el lunes el portavoz de la diplomacia estadounidense, Ned Price.

Cálix consideró que Libre debe presidir el Parlamento, porque tiene la primera mayoría, con 50 legisladores, y se mostró a favor de una nueva votación. Mientras, Redondo informó que fue llamado por la embajada de Estados Unidos en Tegucigalpa para conversar sobre el asunto.

Según dijeron a la AFP fuentes cercanas a las negociaciones, las partes han evaluado la posibilidad de un tercer candidato de consenso.

Pero aún falta convencer a algunos miembros de la coalición del nuevo gobierno.

Castro invitó a Redondo a colocarle la banda presidencial. Pero si hasta el jueves la dirección del Parlamento no está definida, lo puede hacer un juez, según la ley.

El lunes por la noche circuló una versión de la Gaceta Oficial que reconoce a Redondo como presidente del Congreso. Pero la gerente de la Empresa Nacional de Artes Gráficas, Thelma Neda, dijo que se había reallizado sin autorización.

Castro acusa a los disidentes de aliarse con el Partido Nacional de Hernández para impedir las transformaciones que prometió en la campaña, entre ellas la restitución de leyes contra la impunidad, desmanteladas por el gobierno saliente.

"Los que buscan más impunidad, los que buscan más corrupción deben entender (...) que este país ya no da para eso", advirtió a medios locales el politólogo y académico Julio Navarro.

Hernández ha sido señalado por fiscales de Nueva York de mantener vínculos con el narcotráfico. Su hermano, el exdiputado Juan Antonio "Tony" Hernández, cumple cadena perpetua en Estados Unidos por ese delito. Ambos niegan los cargos.

Otra de las tareas de Castro será nombrar “una Corte Suprema de Justicia que tenga imparcialidad y que no venga a apañar o a generar también impunidad”, dijo Lester Ramírez, el representante de la ONG Asociación para una Sociedad Más Justa (ASJ).

En medio de la crisis, Castro recibió el respaldo de las influyentes Fuerzas Armadas y la Policía Nacional.

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