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A Alajuelense le salió el sol en el Fello Meza y pegó en el primer duelo de la semifinales

Manudos triunfaron 3-2 como visitantes

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Un dicho de los abuelos dice que “mañana oscura, tarde segura” y en el estadio Fello Meza en Cartago a Alajuelense le salió el sol con el triunfazo por 3-2 en el primer partido de la semifinal.

La expectativa de los erizos era muy grande desde que el equipo salió del CAR, en Turrúcares, porque un grupo de aficionados lo despidió entre cantos y gritos, en una actividad muy linda, pero irresponsable por el tema de la pandemia. El León, concentrado y agradecido por el gesto, hizo lo suyo en la cancha.

El partido arrancó a cien por hora, los dos conjuntos metieron chancleta con solo pisar la cancha y en solo dos minutos de juego cada equipo tuvo su primera opción, solo que el único que la definió fue la Liga.

A los 45 segundos Cartaginés agarró a la Liga dormida, pero Cristhopher Núñez, quien estaba solito frente al marco, la tiró rastrera a un lado del palo izquierdo.

En la respuesta eriza, el visitante abrió el marcador. Alonso Martínez, sorpresa en la titular en vez de Carlos Mora, madrugó a la línea defensiva tras un pase larguísimo de Aléx López, bajó la pecosa muy bien y se la sirvió a Jonathan Moya, quien venía entrando al área y sin problema fusiló de derecha a Darryl Parker.

Los blanquiazules reclamaron por una presunta posición prohibida en el gol rojinegro, pero nunca existió.

Los manudos metieron a los blanquiazules bajo su marco en los primeros minutos, les apedrearon el rancho y con tres opciones clarísimas apestaba el olor a la segunda anotación.

En una sola jugada a los 17, Moya, Barlon Sequeira y Alonso Martínez la tuvieron cerquísima, pero Parker, punto altísimo en el equipo local, la salvó en dos ocasiones y en otra la sacó de la línea William Quirós.

Aquellos primeros 20 minutos de pesadilla los brumosos se los sacudieron con el tanto de Christopher Núñez, quien aprovechó un buen centro desde la izquierda de Bayron Bonilla para clavarla de cabeza.

Mientras que estaban celebrando el empate, Cartaginés pegó otro bombazo con una jugada calcada a la del primer gol.

De nuevo apareció Bonilla, guindó otro centro y en el segundo plano entró a cerrar, también de cabeza, Marcel Hernández, para concretar su gol 13 en el Apertura 2020.

Era demasiada acción para los 22 minutos de juego que apenas llevaban, los brumosos estaban dando una lección de efectividad al mandar al fondo dos de los tres remates que hicieron el primer tiempo.

El León, por su parte, hizo doce remates entre siete directos y cinco desviados, pero su falta de calma y la intervenciones salvadoras de Darryl lo tenían abajo en el marcador.

Gas a fondo

A la Liga todavía le quedaba mucha gasolina en el tanque y no cesaba con la presión que hacía sobre el marco cartaginés para ir por el empate, que por lo visto era lo justo.

La igualada no se demoró mucho en llegar, a los 49 minutos Alex López cobró un tiro libre afuera del área, la tiró a la olla adonde apareció Jurguens Montenegro, cayéndose, la pecosa le dio en el muslo y se fue para el fondo del marco en una jugada muy confusa.

Los brumosos se quedaron reclamando una mano, no sabemos si de Bryan Ruiz o de Jurguens, porque incluso hasta en las repeticiones cuesta percibir y aunque sí parece que la bola pega en un brazo, ni en la repetición, con zoom incluido, queda claro en el de quién.

El León demostraba hambre en la cancha, los paperos no sabían cómo frenarlo y estaban encerrados atrás. Era claro que el tercero de la Liga podría caer en cualquier momento.

Otra vez apareció el catracho, esta vez cobrando un tiro de esquina en el que el capitán metió la jupa y puso el 3-2 al 58.

Con un instinto asesino, el León siguió presionando al rival, trataba de liquidar la serie de una vez, pero le faltó puntería en más de una ocasión.

Ya hacía el final del juego, en los últimos diez minutos, el local se pellizcó, la obligación le empujó a hacerlo y tuvo un par de opciones para al menos igualar.

La más clara fue al 81, un cabezazo que Marcel mandó encima del marco cuando no tenía marcas encima, en uno de los pocos descuidos de la zaga eriza.

El sueño de la 30 para la Liga sigue más vivo que nunca luego de este jueves, en 48 horas deberá en su propio campo defender lo conseguido y seguir demostrando por qué es el gran favorito de muchos.

Sergio Alvarado

Sergio Alvarado

Periodista de La Teja, especializado en deportes. Graduado de la Universidad Internacional de las Américas.

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