A Estados Unidos no le gustan mayores y amargó el debut de Gustavo Matosas

Desde que el técnico Gustavo Matosas fue contratado para la selección de Costa Rica, a más de una mujer en el país se le vino de una vez a la mente la canción “Mayores” de la cantante estadounidense Becky G, por el encanto que tiene el entrenador, sentimiento que no comparte la selección de Estados Unidos al propinarle su primera derrota por 2-0.

A otro que tampoco le gustan mayores es al volante gringo Sebastian Lletget fue un dolor de cabeza para la Sele al marcar uno de los pepinos y poner el otro, los ticos no pudieron frenar los pasos del jugador de 26 años, quien es el afortunado novio de la cantante de origen latino intérprete de ese exitazo.

Nos sabemos si es que al jugador de Los Angeles Galaxy le picó que al técnico de la Sele le llovieran tantos piropos por la canción de su novia, pero desde que entró al campo al minuto 63 en sustitución de Djordje Mihailovic, el hombre entró inyectado, con muy bien ritmo y junto a Paul Arriola hicieron leña el brete de la Nacional.

Pareciera que el encanto de la pieza de Becky G con el seleccionador se agotó cuando arrancó la mejenga y que ni a Matosas le gustan mayores, porque entró con un equipo muy joven, con cuatro jugadores de 21 años o menos que debutaron con la Tricolor.

El técnico charrúa apostó por la juventud en su primer partido como técnico de Costa Rica para que le manejaran la media, Luis Ronaldo Araya, José Rodolfo Alfaro y Marvin Loría, los tres chamacos estuvieron respaldados un poco atrás por Allan Cruz y David Guzmán.

Pablo Arboine en el centro de la defensa es otro de los jóvenes con solo 20 entró en la titular, junto a él estuvo Francisco Calvo para echarle una mano.

Durante el primer tiempo, etapa en la que la Sele sí pudo entrarle al baile a los gringos, los chicos se vieron bien, la sociedad de Ronaldo con Cruz movía la pecosa con actitud y ganas para ir al frente, aunque pocas veces terminó en jugadas de verdadero peligro.

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Muchos querían ver cuáles serían los principales cambios en el arranque del ciclo con Matosas y aunque un partido es poco para juzgar, se reconoce la presión y las ganas de proponer en la media cancha, muy distinto a la época de Óscar Ramírez, cuando se brincaban la media y el único delantero se la tenía que jugar puro el Llanero Solitario.

A Esteban Alvarado en el primer tiempo le llegaban pocos balones, no tenía mucho trabajo ni peligro, lo que iba a cambiar de plano para el segundo tiempo, cuando le empezó a llover de manera seguida y no solo por el aguacero que cayó en el Avaya Stadium en San José, California en el complemento.

Tal vez fueron por el montón de cambios que hizo Matosas que el equipo dejó de presionar o que los gringos entraron muy bien en el segundo tiempo, pero la Sele no se quedó sin pijama, como otra de las piezas de Becky sino más bien sin reacción.

Araya, Alfaro y Loría salieron de cambio y sus relevos, Jean Scott, Alberth Villalobos y Joseph Mora no pudieron lucir igual ni tampoco Jonathan McDonald que ingresó por José Guillermo Ortiz a falta de 30 minutos para terminar el partido.

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No se podría excusar tampoco que la juventud que mostró la Sele este sábado costó ante un equipo experimentando porque el equipo gringo dirigido por Greg Berhalter también estaba cargado de caras jóvenes, como parte del recambio de los de las barras y las estrellas rumbo a Catar 2022, pero ellos ya tuvieron un primer partido ante Panamá, el cual ganaron 3-0.

Para el momento en que cayó el primer gol gringo a los 80 minutos, los ticos se habían salvado ya de al menos cinco oportunidades claras, incluidas tres en los postes, hasta que Llelget aprovechó un centro pasado desde la izquierda al segundo palo para marcar de cabeza.

El novio de la Becky nos terminó de hacer el daño a los 88 cuando le puso un pasesote con derecha a Arriola para que su compañero definiera con clase ante la salida atarantada de Esteban Alvarado.

Para Matosas no todo es malo en su debut, se vieron caras interesantes con las que puede contar a futuro y algunos trazos de buen toque que se tendrán que ir ganando sobre la marcha, porque en el fútbol la tolerancia es poca, tal como se sienten algunos cuando escuchan canciones de reggaeton como las de Becky G.