Jeaustin Campos, el Saprissa y todos sus aficionados pueden respirar un poco más tranquilos ya que este domingo el Monstruo consiguió sus primeros tres puntos del torneo.

Con una victoria por 3-0, sin muchas complicaciones y ante el Municipal Grecia en el estadio Allen Riggioni, la S sonrió luego de la inesperada derrota por 2-0 en el debut ante Pérez Zeledón.

Mariano Torres de penal, con una falta medio jalada del pelo, a los 23 minutos; Pablo Arboine con un gran cabezazo, a los 54 minutos y el primer tanto de Fabricio Alemán en primera divisón, a los 93 minutos, le dieron la holgada victoria al Sapri.

En un torneo tan corto como este, los equipos no se pueden dar el lujo de empezar arrastrando la cobija y ponerle al final para clasificar, maña que se le había pegado a los tibaseños en los últimos campeonatos.

Las cosas tenían que cambiar, a lo interno del equipo lo saben y lo habían advertido desde hace días, pero las cosas hay que demostrarlas en la cancha, como finalmente lo hicieron.

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“Tenemos mucho que mejorar, tenemos que ser autocríticos, para que cuando arranque el torneo lo tomemos en serio desde primer partido y no llegar a lo último en la misma situación”, fue la sentencia que dio Mariano Torres hace un mes exacto, cuando fueron eliminados por Alajuelense.

En Grecia, Saprissa no pasó peligro, es la realidad, el rival no tenía mucho peso para ponerlos en problemas.

Con este nivel será muy difícil imaginarse a las Panteras peleado la clasificación ante rivales como la S, un inspiradísimo Puntarenas FC o el mismo Cartaginés, que aunque empezó terrible, es el campeón nacional.

Hablando de los porteños y su arranque de seis puntos, ese era otro motivo por el que los morados no podían darse el lujo de tropezar este domingo.

El próximo fin de semana el Puerto visitará la Cueva en un legítimo duelo de seis puntos.

Mala puntería

Partidos como estos, más allá del resultado, también le sirven a Jeaustin para medir con qué cuenta cuando otros se ausentan y quienes realmente aprovechan las oportunidades.

Saprissa aún no logra completar los trámites migratorios para que el cubano Luis Paradela y el jamaiquino Javon East puedan jugar, por lo que sigue dependiendo de la delantera del torneo pasado.

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Ariel Rodríguez en los primeros treinta minutos tuvo para echar varias, igual Orlando Sinclair, pero los muchachos siguen sin ser una solución efectiva.

Orlando, eso sí, se inventó el penal, en una jugada que el árbitro Raúl Eduarte le compró. Esa fue la pena máxima de donde salió el tanto de Mariano.

Jugadas ofensivas de Grecia no les podemos contar nada, porque no pasó nada.

Jairo Arrieta no tuvo una sola contra Aarón Cruz, que se mojó el uniforme solo por el baldazo que cayó en Grecia y no porque haya tenido brete.

En el caso de Arboine, el zaguero se pudo lavar la cara de lo sucedido en Pérez Zeledón, cuando se jaló un penal que costó un gol.

Esta vez mostró que por las alturas puede ser un arma más para tomar en cuenta, porque le llegó muy bien al tiro de esquina que le puso Mariano en la cabeza a los 54 minutos.

Otro que se lavó la cara con respecto al partido pasado fue Youstin Salas, también refuerzo para este torneo.

El volante jugó ante su exequipo y en una cancha que conoce de memoria, bien, tranquilo, siendo un buen complemento para Torres y colocando buenos pases.

El Monstruo cumplió con su obligación, sacó una victoria tranquila y espera que con el pasar de los partidos pueda ir tomando una mejor forma, la que los aficionados esperan por la plantilla que se armó.

Los tibaseños ya no están para las penurias de otros torneos, en los que jugaban con la calculadora en la mano, esa debe ser una mala maña que debe quedar en el pasado.