El Barrio Asís, en Cartago, fue el escenario donde el domingo Esteban Araya, aficionado del Cartaginés, recibió una golpiza y una pedrada en la cabeza que le provocaron una fractura en el cráneo y que lo mandó a una sala de operación.
El responsable del acto fue un aficionado del Herediano, a quien ya se le tiene identificado por una fotografía y al que acusaran por tentativa de homicidio.
El pleito entre barras en las afueras del estadio José Rafael "Fello" Meza, minutos antes de que arrancara la mejenga en la que los rojiamarillos le ganaron 1 - 0 a los blanquiazules.
Este lunes, La Teja visitó el lugar de la agresión y ahí conversamos con doña Eugenia Monge, vecina y testigo de los lamentables hechos.
La señora asegura que tiene 50 años viviendo en el lugar y que nunca había visto algo parecido a lo del domingo, incluso, contó que muchas de las piedras con las que se agarraron ambas barras fueron a dar a la sala de su casa.
"Las barras de Cartago y Heredia comenzaron a lanzarse las piedras, no sé quién inició, pero el lanzamiento de material era por parte de los dos. Las piedras comenzaron a impactar mi casa, en el techo, en las verjas, hasta que una impactó la ventana y la quebró.
"Mi mamá y mi tía son adultas mayores y en ese momento estaban en la sala conmigo, del mismo susto nos resguardamos. Una piedra de esas impactó a mi sobrina en el brazo pero no requirió atención médica, solo amaneció con un morete", señaló Monge.
Ella asegura que no había policías en ningún lado, tampoco seguridad privada, pese a que siempre han acordonado los alrededores del estadio para ordenar el paso. El domingo estaba a la libre.
"Otro problema es que tienen cuatro meses arreglando esta calle (cambiando las cunetas) y la municipalidad nada que termina. Se siguen haciendo los partidos y las barras tienen ahí su armas ya que pueden agarrar piedras, tablas y palos", añadió la brumosa.
"Siempre se han presentado disturbios, pero la Fuerza Pública se ha organizado con la seguridad privada para controlarlos. Ayer (domingo) no hubo ni de unos ni de otros. Aquí siempre ha sido muy tranquilo, excepto cuando vienen las barras de los equipos. Toda la vida hemos vivido aquí y por ese motivo no vamos a irnos", insistió Monge.
Doña Eugenia hizo un llamado a las autoridades para que no se permitan partidos con tan poca seguridad.
"Nosotros llamamos muchas veces a la policía (como ocho veces el domingo), también lo hicieron los vecinos, nos respondían que ya llegaban, pero no llegaban, aparecieron mucho después. Nosotros salimos nuevamente a la calle hasta que el partido finalizó.
"La administración y gerencia del equipo, la Municipalidad de Cartago y el Ministerio de Seguridad deben de daros seguridad a los ciudadanos.”, finalizó con toda la razón del mundo doña Eugenia.