Marianella Madrigal vivió una mala noche el jueves porque Saprissa cayó ante Herediano en el primer partido de la gran final y, además del dolor por la derrota, no se cumplió algo que estaba deseando.
Resulta que esta vecina de Rincón de Ricardo, en San Pablo Heredia, nos había contado que vive rodeada de puros florenses y por eso esperaba que el Monstruo silenciara a todo el barrio, pero fue al contrario para desgracia de ella, de su esposo Guillermo y de sus hijos Keylor y Kendall.
De hecho, en otros momentos a Marianella le hubieran sonado pitos de carros y la hubieran vacilado por el resultado de la mejenga, pero esta vez los aficionados rivales no lo hicieron por una razón de peso.
“El miércoles falleció una vecina y por eso todo el mundo vio el partido, pero con mucho respeto. Cuando Herediano metió el gol nadie gritó, en muestra de solidaridad.
“Mi sobrino Mario sí me escribió para vacilarme y me puso: ‘¿No era que iban a ganar?‘, pero los demás vecinos no han dicho nada”, comentó.
Colerón
Madrigal reconoce que se llevó un buen colerón por el marcador del primer juego.
“El partido estuvo bueno y teníamos la esperanza de que Saprissa ganara. Jugamos mejor, pero el problema es que no definen, porque hubo opciones y se llegó más que Heredia
“Espero que el domingo salgan con todo a sacar el resultado, mínimo ganamos 2-0 o 3-1, la ventaja es que no vale el gol de visita”, afirmó.
La saprissista dice en que la clave para no perder la fe es que les ganaron por un solo gol.
“En mi casa todos estábamos viendo el partido, estábamos muy emocionados y cuando cayó el penal mantuvimos la fe, porque el portero Aarón Cruz lo ha hecho muy bien”, explicó.
El partido de este domingo lo verán de igual forma, en su casa.
“Sé que Saprissa sacará la casta y si no ganamos el título nos dolería muchísimo, pero estamos para apoyar al equipo en las buenas y en las malas”, destacó.