Alajuelense arrancó este domingo el torneo de Clausura con la idea de espantar las malas vibras desde el inicio y goleó 4-1 a Limón FC.
Los rojinegros demostraron que llegan con ganas de sacarse el clavo y darse una revancha por lo que vivieron en el campeonato pasado.
Por su parte, muchos fiebres manudos, demostraron que hay amores a los que no se les pude dar la espalda por lo que no se atreven a cumplir las amenazas que dijeron durante un momento de cólera. Atrás dejaron los: ‘No vuelvo al estadio’ o ‘No les vuelvo a dar un cinco’. Aunque muchos decían: “No vengo por los jugadores, vengo por los colores”.
Las amenazas solos fueron palabras que se llevó el viento, porque muchos manudos llegaron a la Catedral a ver a su equipo ante Limón, ya que al menos asistieron unas ocho mil personas.
Algunos cuando sufren un evento traumático deciden alejarse del lugar que les causó ese dolor, pero a los aficionados liguistas pareciera que les gusta esa sensación de sufrir o esperar que la famosa 30 por fin llegue.
Esa sensación de dolor y amargura por lo que pasó la Liga hace apenas tres semanas en la final del Apertura 2019, todavía se siente en el ambiente y hasta en las caras de algunos jugadores, ya que es una herida que no se cierra con facilidad.
Cuando el cuadro erizo salió a calentar, la afición les dedicó algunos de sus silbidos a jugadores como Adonis Pineda o Alex López, a quienes todavía muchos no les perdonan lo sucedido en diciembre ante el Team.
Pero con el pitazo inicial del árbitro Adrián Chinchilla y conforme los goles erizos empezaron a caer, a los fiebres manudos se les fue ablandando el corazón por lo que los silbidos cedieron su lugar a los aplausos.
Sed de revancha
La Liga arrancó el partido corriendo, metiendo pierna, generando opciones ante un Limón que tuvo que apretar dientes para aguantar la presión.
Nos obstante la sed de revancha y de hacer las cosas bien les nubló la mente a los manudos, por lo que en cada ocasión fallada, que fueron muchas, parecía como si un fantasma se asomara.
Las ganas con las que arrancaron los erizos se reflejaron en tres opciones claras durante los primeros quince minutos que dejaron escapar y que los congeló cuando los caribeños anotaron al 15, con un jugadón que demostró que con cabeza fría las cosas salen mejor.
En una jugada de cinco toques, Guillermo Brooks le sirvió la pecosa a Marvin Esquivel, quien asistió a Yoserth Hernández para que definiera con un gran remate en el que Adonis Pineda nada pudo hacer.
Con el marcador en contra, la Liga no bajó la intensidad, pero la presión de los jugadores por lavarse la cara antes sus jugadores les pasó factura. A lo anterior se le sumaron los reflejos de Dexter Lewis, quien con sus acciones metió en un zapato a los delanteros manudos.
Limón se acomodó bien atrás, pero fue tanta la insistencia manuda que consiguieron el empate al 37 con una bola que Alex López le robó a Kevin Cunningham para marcar el 1-1.
Cuando López robó la pecosa, este le quedó a Jonathan Moya, pero cuando entró al área le quedó un toque larga así que López aprovechó para ganarle el viaje a Moya, rematar y anotar.
El catracho ni quiso celebrar el gol, hasta pareció que le dio rabia hacerlo, como si en su mente todavía estuviera fija la imagen del penal que falló en la serie ante el Herediano y que le costó el título al León.
Tres minutos después los erizos le dieron la vuelta al marcador con una gran jugada de Marco Ureña, que se llevó dos marcas y asistió a Ariel Lassiter, quien con un remate muy bien colocado venció a Dexter.
Goleada
Para el segundo tiempo la Liga endulzó a la afición con un par de pepinos más, pero no se puede dejar de señalar la gran cantidad de opciones falladas, ya sea por los reflejos de Dexter o por las malas decisiones de sus delanteros.
El catracho puso el 3-1 y su segundo personal al 51, al cerrar una jugada después de varios rechazos, uno de los cuales terminó en los pies de López, quien mandó la pecosa al fondo.
De nuevo, el jugador no quiso celebrar, en la Liga todavía no esta vigente el sin sabor de la final, aunque el partido hubiera terminado diez u once a cero todavía no se puede borrar lo que pasó.
El 4-1 cayó mediante un remate de penal que Anthony López anotó al 84, poco antes Lassiter había sido derribado dentro del área limonense.
La Liga ganó, pero parece que desea que ya sean las 8:30 p. m., del miércoles para jugar su próximo partido ante Pérez Zeledón en procura de ganar de nuevo, pues parece que solo así sus jugadores y aficionados podrán empezar a olvidar la 30 que no les llegó en diciembre.