En una temperatura inclemente de 32 grados, en el puro sol de las 3 p.m de Nicoya, ese que quema y se siente como si quisiera atravesar la piel, Alajuelense se debió conformar con un 0-0 que se hizo gigante ante Guanacasteca, quien le frenó el fuerte paso que tuvo al arranque.
Para variar, el Chorotega estaba lleno, para la afición verdolaga no hay horario, ni clima que lo aleje de ir a ver a su equipo y si se suma la visita de un equipo como lo es Alajuelense que había marcado nueve goles en dos juegos, era el combo doble para ir a tirarse la mejenga.
¿Quién sabe si fue el sol, la cancha o malas decisiones de sus jugadores?, pero el León que se vio en la pampa se parecía muy poco al de los dos encuentros iniciales, el cual tenía muy buena dinámica, llegadas y presencia en el área, no es que siempre se va a golear, eso está clarísimo, pero no se notaba mucho la misma idea.
Vamos a las cifras para hablar de eso, el sábado ante San Carlos, la Liga tuvo 18 remates, once en el primer tiempo, bombardeó en casa al rival por las bandas, es cierto en su cancha, ante un rival que no supo frenarlo, pero la idea estaba muy clara.
Este martes ante la ADG en el primer tiempo sacó apenas un remate directo, según las estadísticas ofrecidas por FUTV, pero más allá de eso, algo pasaba en los circuitos manudos para poder hilvanar las jugadas que necesitaba. No fue el partido Aarón Suárez ni Carlos Mora, lejos del protagonismo, eso les pesó.
Naturalmente el rival también juega, Guana ahora sí estaba bien parado, corriendo, metiendo pata desde el inicio a diferencia de sus inicios anteriores en los que se fue siempre con uno o dos goles adentro, uno de los detalles que afinó el equipo de Horacio Esquivel.
La Liga estaba confundida, en la primera hora de partido llevaba 15 faltas, se distrajo más en pegar o cortar el juego que en hacer lo que bien se sabe que puede.
A los 27 minutos, por ejemplo, toda la banca local se le fue encima al réferi Adrián Chinchillla por una jugada que pensaban era roja para Suárez. El volante erizo cortó un avance promisorio al jalar de la pantaloneta al rival lo que era tarjeta amarilla, cuando ya le habían sacado una, diez minutos antes.
Dice mucho que lo más picoso del primer tiempo, fue salvarse de una roja y no extraña que el primer cambio de Carevic en el segundo tiempo haya sido el moraviano por el hondureño Ángel Tejeda, así como Mora por Jossimar Alcócer a los 58 minutos.
Había que dar algo más, buscar algo más y conforme fue madurando el duelo, los dos se atrevieron, buscaron el marco y los últimos 20 minutos estuvieron tallados, lo que se esperaba de ambos, especialmente del León.
Johan Venegas pegó una fuera del área al 71, con un pique peligroso para el meta Antonio Torres que logró desviar de manera efectiva en lo que era más peligrosa del partido. Cada ataque manudo se fue haciendo más riesgoso y hasta Tejeda tuvo dos seguidas, un cabezazo que pegó en el horizontal al 76 que prometía para gol y luego otra que le quedó dentro del área que mandó de izquierda un minuto más tarde.
Los cambios le dieron más peso al León, pero el gol seguía sin caer, aunque sí pasó un par de sustos. Yuaicell Wright al 74 tuvo para tocar la gloria con mucho espacio, pero mandó un tirito muy fácil para Leonel Moreira y luego al 85 un cabezazo que pegó en el palo luego de una salida en la que Osito se quedó a medio camino.
Hasta un reclamo de penal para Guana hubo al final, en la repetición se ve que un toque en la rodilla, si lo pitaba no había que reclamar.
Este tipo de partidos le muestran un camino a los dos, a la Liga que el campeonato no será un carrusel en el que todo lo ganará caminando, que para ganar los puntos a veces hay que sudar más de la cuenta y en el caso la ADG, que tienen para pelearle puntos a cualquiera, queda mucho torneo para pelear por la permanencia.