La Liga de Albert Rudé es como un revólver chocho, ya que de un partido a otro genera sensaciones absolutamente diferentes y este domingo no fue la excepción, porque mostró una de sus versiones más flojas con un gris empate ante San Carlos 1-1.

Los manudos suman dos empates al hilo como visitante, uno ante Herediano, equipo ante el cual no hicieron una mala mejenga y hasta merecieron ganar, pero ante los Toros fue todo lo contrario y más bien se salvaron de no salir goleados en el primer tiempo.

Se ha dicho muchísimo que el tema con los manudos no es tanto sobre los resultados, porque por diferencia de goles sigue siendo líder, sino por la formas, así que un duelo como el que disputó en Ciudad Quesada no le ayuda para nada a quitarse esa imagen.

Con los resultados de la fecha, se mantuvo el triple empate en la cima ente el León, Guadalupe y Cartaginés con 17 puntos, a los cuales los rojinegros les saca ventaja por diferencia de goles. Esta fue otra oportunidad que tuvieron los rojinegros para despegarse en solitario, pero la siguen dejando ir.

Cuando muchos manudos observaron la alineación ante los Toros, se quedaron bateados tratando de saber qué pretendía Rudé con un parado poco usual para su equipo y por lo tanto afloran las dudas.

Sin Johan Venegas, expulsado ante Herediano, el español no puso ningún nueve a pesar de tener tres jugadores en banca que podían estar en ese puesto como Jurguens Montenegro, Doryan Rodríguez o Jossimar Alcócer.

El entrenador no le tuvo fe a los chamacos y se fue por un invento con Bryan Ruiz y Aarón Suárez como “falso nueve” posición en la que ambos se desperdiciaban y no podían cumplir sus funciones habituales lo que mató el armado del equipo.

Tirar a Alex López de contención y a José Miguel Cubero de central fueron otras apuestas que no le funcionaron al inicio, en el que el Douglas Sequeira, siendo más práctico y con Álvaro Saborío como referente ofensivo hizo ver mejor a San Carlos.

Jugar con tres centrales tampoco le sirvió de mucho a la Liga, a pesar que arriba los Toros solo tenían a su goleador histórico, porque ni así dieron una sensación de solidez defensiva, porque siempre se sintió vulnerable.

Apenas a los 11 minutos, Wílmer Azofeifa lanzó la pecosa a las espaldas de la zaga eriza, Sabo les ganó la espalda a todos y sin problema alguno, se quitó a a Leonel Moreira para poner el 1-0.

En esa primera media hora, los locales fueron los dueños de la mejenga, mientras que el León estaba en un puro nervio en cada ataque del rival y hasta bajando santos debido a una que otra torta, como un bomberazo de Moreira que no pasó a más porque Sabo no pudo cerrar bien.

Lo único que tuvo la Liga en ese primer tiempo fueron dos tiros libres, uno de Alex López al que el meta sancarleño Jeison Vega sacó del ángulo con un tapadón y otro más flojito de Bryan Ruiz que pateó abajo de la barrera y se fue a tiro de esquina.

El flojísimo ritmo de los rojinegros varió cuando Freddy Góndola tomó la pecosa al 43, entró por la izquierda y asistió a Carlos Mora que estaba cerquita del área pequeña y era apenas para poner el pie y tocar la gloria, pero el muchacho le dio tan mal que la tiró encima del marco.

Carlos se quedó encogido frente al marco al darse cuenta lo que había botado, de esas que no se pueden perdonar y salen en los resúmenes de noticias como las peladas de la jornada.

Para el segundo tiempo, el libro de jugadas de Rudé no tenía las respuestas para que equipo tuviera más dinámica y las llegadas por los costados, que se supone es su fuerte, tampoco se vio.

No estoy nada satisfecho con los puntos que llevamos, estamos líderes pero no como queremos y debemos trabajar más.

—  Albert Rudé

Un rayo de luz

La oscura noche que tenía la Liga tuvo un rayito de luz cuando Aarón Suárez se pudo soltar y le filtró un gran pase a Mora por la derecha y este la puso al centro que para mala fortuna el norteño Roberto Córdoba envió la pecosa al fondo de su propio portería al 58, cuando intentó despejar.

El golpe ayudó un poco a los manudos a ganar confianza y tener algo más, pero nada más.

Aarón tuvo otra que llevaba sello de gol, pero Erick Cabalceta, logró sacarla apenas y evitó que la Liga le diera vuelta al marcador. Rudé empezó a mover el banquillo, pero no encontró mayores soluciones. Tampoco las encontró Douglas Sequeira.

Veremos si el parón del torneo le sirve a Rudé para que lo que le dicen los libros, al fin se vea reflejado en la cancha, pero muchos están seguros que todo seguirá igual.